Barcelona, 2016.
Sección: Artículos, historia.
Hace ya algún tiempo que corre por Internet un trabajo de Jordi Gratacòs-Roig, titulado: Conjunto escultórico de Fray Pedro Ponce de León y Juan Pablo. [1] Trabajo que si bien tiene un cierto mérito, está visto que con el paso del tiempo ha quedado algo desfasado, al no entenderse lo que pretendía el autor con el mismo, dado que en apariencia su idea final fue la de una simple descripción artística de aquel monumento.
Tal vez por ello no aportó detalles tales, como por ejemplo, su auténtico origen, o por qué está construido en dos fases, y no en una sola, sin entrar en la idoneidad de las conclusiones que sacó, tanto escultóricas como históricas, pero sin explicar de dónde había partido la idea primera del monumento, cuestiones todas ellas a las que vamos a intentar dar una respuesta coherente y documentada.
Antes de ello intentaremos analizar lo que sobre aquel monumento decía Gratacòs-Roig, que empezaba su trabajo con la descripción del mismo, pero por el final, es decir, dando explicación a la supuesta escultura de Pedro Ponce y un niño anónimo, de hecho un añadido escultórico posterior, diciendo que era:
“Una escultura en mármol blanco, que data de 1966 [2] y cuyo autor es Josep Miret Llopart.[3] En ella se representa la figura de Fray Pedro Ponce de León (1520-1584) dando una explicación a un niño que se encuentra a su lado con una mano, la derecha, cogida a la misma de Fray Pedro, y éste a su vez la coloca sobre el pecho, para hacer notar al niño las vibraciones que se producen en el tórax cuando él habla. El niño dirige su mirada directamente hacia la boca de Fray Pedro, evidenciando, a su vez, la concentración en la explicación que él le imparte…”.[4]
Según Gratacòs-Roig, con aquella imagen idealizada, se pretendía poner de relieve el hecho que Fray Pedro Ponce de León había sido el primer maestro que había ideado un método práctico encaminado a la enseñanza oral de los “sordomudos”. Añadiendo la hipótesis de que “para llevar a cabo la obra, (el autor de la escultura) muy probablemente, utilizó como modelos de referencia uno de los dos, o ambos, dibujos que parece ser que corresponden a la época en que vivió el personaje.” [5]
Afirmación última de Gratacòs-Roig, basada en la nada más absoluta, tanto en la parte pedagógica como gráfica representativa, al tenerse hoy la certeza de que Pedro Ponce jamás utilizó semejante método, [6] más propio del siglo XVIII, que de la época de Ponce, y en el XVIII con muchas reticencias, dado que al maestro José María Moralejo, director de la Escuela de Sordomudos de La Junta de Comercio de Barcelona, lo había denunciado un sacerdote barcelonés por indecente e inmoral, tal como se podía comprobar en el hecho de que sus discípulos sordos le tocaban con el dedo índice la nuez: “el discípulo toque por el lado exterior de la primera falange del dedo índice de la mano derecha el nudo o nuez de la garganta del maestro, debiendo el discípulo tocarse con el dedo de la izquierda la suya propia. [7]
Luego si un tocamiento con un dedo era inmoral en el siglo XVIII, que decir de la mano del discípulo tocando el pecho del maestro Ponce en el siglo XVI…., de ahí que toda aquella composición escultórica, con indiferencia de su belleza plástica, no obedece más que a la fértil imaginación de su autor, y por tanto no corresponde a ningún hecho pedagógico conocido
Por otra parte, también es harto conocido que Ponce se limitó a enseñar a los dos únicos alumnos que tuvo, un alfabeto manual ideado por él mismo, que nada tenía en común con el actual, o que su método principal pasaba por hacer escribir al sordo constantemente, en lo que se puede calificar como vulgares copias caligráficas, método por tanto muy lejano de la supuesta enseñanza oral.
Así, cuando su alumno más aventajado, probablemente un sordo postlocutivo, [8] respondía a una pregunta, realizada ésta por escrito, pues no conocía la lectura labial, fundamentalmente también respondía por escrito, y si aquel alumno lograba articular alguna palabra, siempre lo hacía “como lo hacen los hombres muy tartamudos”, [9]demostrado así que Ponce desconocía el arte que Bonet denominaba de “las respiraciones”, es decir, la fonética y la logopedia, mediante el cual se podía lograr, de no tener defecto en la lengua, la perfecta articulación de las palabras. [10]
De ahí que aquel comentario de Gratacòs-Roig, sobre que la inspiración de aquella escultura pudo salir de unos dibujos correspondientes a la época en que vivió Ponce, resulte totalmente disparatado, pues dichos dibujos no existen, y por tanto la inspiración de aquel conjunto escultórico se debe simplemente a la imaginación de su autor y no a una realidad histórica, que de hecho nunca existió de aquel modo.
Como tampoco existe la supuesta obra magna de Pedro Ponce titulada: Doctrina para los mudos sordos, compuesta por el maestro Fray Pedro Ponce, inventor de este arte maravilloso”, y a pesar de ello muchos autores serios la siguen citado en sus bibliografías, como acaece en el caso concreto de Luis León Otero, que su obra Historia de la Logopedia, la cita con errores bibliográficos incluidos.[11]
Siguiendo Gratacòs-Roig su descripción del monumento, seguidamente habla de la segunda parte del conjunto, advirtiendo al lector que se trata de la primera en el tiempo, cosa que es cierta,[12] y pasa a describirla afirmando que está: “formada por un monolito, cuyo arquitecto fue Joan Vidal,[13] en el que destacan dos placas con las esfinges (sic) [14] de Juan Pablo Bonet y Fray Pedro Ponce de León, ambas en sendas caras opuestas del monolito y realizadas por Josep Marqués Beltrán, que era sordomudo, y que estaba vinculado directamente a diversos quehaceres en la Sociedad de Socorros Mutuos, entre otros también el de la enseñanza a los sordomudos.” [15]
El tercer elemento que destaca, y según él, sin ningún valor artístico, es una placa con dedicatoria, que data de 1935, una lámina simple de bronce (en la actualidad en muy mal estado de conservación), en la que reza la siguiente leyenda: “La Sociedad de Socorros Mutuos entre los sordomudos de ambos sexos de Cataluña y sus protectores en el XXV Aniversario de su actuación lo dedican en 12 de mayo de 1935 (1909-1934)”.[16] A destacar que la explicación de dicha placa pone al descubierto el auténtico motivo de la erección de aquel monumento, supuestamente dedicado a Fray Pedro Ponce de León y Juan Pablo Bonet.
Ya que en dicha inscripción se explica con toda claridad los auténticos motivos de aquel monumento, cuestión en la que Gratacòs-Roig en su día no reparó. Ya que el motivo del mismo, no era el que Gratacòs-Roig da, y muchos suponen, sino que era el de conmemorar, por todo lo alto, el XXV aniversario de la fundación “La Sociedad de Socorros Mutuos entre los sordomudos de ambos sexos de Cataluña”, fundada en su día (1909) y en su casa por Emilio Tortosa, el firmante de la petición de aquel monumento.
De ahí el interés de Tortosa en él, más allá de los supuestos homenajes a los personajes antiguos que en el mismo aparecen, ya que de hecho estos fueron su gran excusa ante las autoridades municipales.
Pero en el caso de la explicación sobre la supuesta efigie de Pablo Bonet, Gratacòs-Roig, se vuelve a equivocar: “La esfinge (sic) de Juan Pablo Bonet [que nació el 5 de enero de 1570 en Torres del Castellar (Zaragoza) [17] y murió el 2 de febrero de 1633 en Madrid] es una representación hecha por Josep Marqués a partir de algún dibujo que debe conservarse en la Asociación de Socorros Mutuos, pero que no está documentada.” [18]
Vayamos por partes, ya que se hace muy cuesta arriba poder afirmar como lo hace Gratacòs-Roig que aquella representación partió de “algún dibujo que debe conservarse en la Asociación de Socorros Mutuos”, pues dicha asociación hace ya muchos años que desapareció, y por otra parte es cierto que no está documentada. Hecho que no implica en sí mismo el que no se conozca en la actualidad su procedencia, ya que salió concretamente del libro de Miguel Granell, Homenaje a Juan Pablo Bonet. (Madrid, 1929), al ser su autor material el dibujante sordomudo sevillano, José Zaragoza.[19] Estampa que hoy en día todavía se puede ver en las vitrinas del actual Casal de Sords de Barcelona.
Pero la cosa más curiosa es la certeza que tiene Gratacòs-Roig en todo lo que a hace al origen de la efigie de Pedro Ponce: “Todo lo contrario ocurre con la esfinge (sic) de Fray Pedro Ponce de León, del cual se han encontrado dos representaciones, una es un grabado del cual no se identifican las inscripciones que en él figuran y el otro un dibujo a carboncillo, y a partir de los cuales Josep Marqués se inspiró para realizarlo, a la vez que, muy probablemente también fueron utilizados como modelos para la representación escultórica en mármol. Como se puede comprobar, el grabado y el dibujo, no coinciden en cuanto a la descripción morfológica, aunque si lo hacen en la posición de la cabeza. El estilo empleado no varía respecto a la descripción hecha en el personaje anterior.”
En lo que Gratacòs-Roig no reparó es que los dos grabados que él da de Ponce en su trabajo, [20] sacados ambos de Internet, son dos puras y duras falsas representaciones, pues no existe ninguna autentificada de Ponce, el primero de ellos, del cual el no pudo Gratacòs-Roig identificar las inscripciones, no lo pudo hacer por la sencilla razón de es una vulgar mitificación, al haber imitado su autor la supuesta orla del grabado, artimaña de la que también se sirvió José Zaragoza, con la Pablo Bonet, pero no de forma tan aparatosa .
Y menos mal que Gratacòs-Roig no localizó el supuesto grabado romántico que también corre por la red, obra del grabador Francisco Martínez Salamanca, maestro de Litografía en el Colegio Nacional de Sordomudos de Madrid, durante los mediados del siglo XIX.
En él, se aprecia la supuesta figura de Pedro Ponce de León dando clases, junto a un facistol, a un niño menudo, que se supone representa a un Gaspar de Gurrea niño, (otro supuesto alumno de Ponce) que imita con su mano izquierda la letra “C” del alfabeto manual español –un alfabeto desconocido por Ponce de León, y por tanto que jamás utilizó-, y justo la misma letra que se ve en el atril y que el maestro le señala con el dedo. Grabado que se publico en 1986, en la obra de Eguíluz Angoítia.[21]
Por otra parte, toda esta historia del actual monumento de Barcelona se inició en 1934, y en el momento mismo en que se presentó ante el Ayuntamiento de Barcelona, Comisión del Eixampla, una petición, que originó la oportuna apertura de un expediente administrativo al cual se le puso por explicación lo siguiente: “Relativo a la erección de un monumento al inventor de la enseñanza oral de los sordomudos Fra. Pedro Ponce de León y al autor del primer tratado del mundo para la enseñanza de los sordomudos Juan Martín Pablo Bonet”. [22]
Descripción que recoge dos evidentes errores, ni Pedro Ponce fue el inventor de la enseñanza oral, [23] ni Pablo Bonet era el citado Juan Martín, ya que dicho personaje en realidad era su hermano pequeño, [24] errores que evidentemente no provenían del Ayuntamiento barcelonés sino de la persona o de la institución que estaba realizando aquella petición, en aquel caso de mano de Emilio Tortosa Orero,[25] o de la “Sociedad de Socorros Mutuos entre los Sordomudos de ambos sexos de Cataluña”, institución que de hecho estaba domiciliada en el Instituto Catalán de Sordomudos, una escuela privada propiedad del propio Tortosa, con lo que todo quedaba en casa.
De hecho aquella petición, resultaba algo extemporánea ya que la gran oportunidad la habían tenido Tortosa en 1920, al haber tenido lugar una serie de actos conmemorativos en Barcelona, al celebrarse los centenarios del supuesto nacimiento de Ponce [26] y el de la publicación del libro de Pablo Bonet, Reducción de las letras, que tuvo como consecuencia la publicación de un número extraordinario de la revista barcelonesa La Paraula, órgano de la Escuela Municipal de sordomudos de Barcelona, y donde el lingüista Tomás Navarro Tomás dio a conocer lo último descubierto sobre Juan Pablo Bonet, Juan Pablo Bonet. Datos biográficos, artículo que con el tiempo devendrá en un clásico. [27]
Momento en que Tortosa no pidió nada, al estar muy ocupado, puesto que tenía que alternar su plaza de profesor de la Escuela Municipal de Sordomudos de Barcelona, con su actuación privada en su escuela del Instituto Catalán del Sordomudo o en la presidencia de la Sociedad de Socorros Mutuos entre los Sordomudos de ambos sexos de Barcelona, la misma institución que años después pedirá el monumento.
De hecho a partir de la publicación de aquel artículo de Tomás Navarro Tomás, se desencadenaran sucesivamente una serie de hechos que teniendo como excusa a Pablo Bonet, servirán para dar lustre a los intereses personales de determinados personajes, algunos de ellos harto conocidos en el mundillo de la sordomudística, ya que sirviéndose de ellos crearan confusión tras confusión, asunto todavía no bien asimilado en la actualidad, ya que a pesar de los múltiples trabajos hasta hoy publicados se siguen cometiendo flagrantes errores.
Tal como relataba en su obra Miguel Granell, como consecuencia muy posterior a la publicación de aquel erudito artículo de Tomás Navarro en 1920, fue que en el año 1926:
“Un bizarro militar berrellenense,[28] D. Pío Brezosa,[29] se entera de que Juan Martín Pablo Bonet había nacido en su pueblo, y al momento escribió al señor cura párroco, D. Leoncio (Marqueta), dándole noticia del gran acontecimiento. D. Leoncio, conmovido y emocionado, quiso convencerse por sí mismo si era cierta la noticia tan grata e interesante. No se hizo esperar; llega a la sacristía, se fue directo al archivo de su parroquia, busca, mira, y ¡oh prodigio!, a los pocos folios del libro de bautismos aparece la siguiente partida: <<a 7 de hnero, año 1579, fue bautizado Juan Martin, hijo de Juan Pablo y Maria Bonete, fue conpadre Pedro de Epees y comadre Isabel Perez = Mossen Pedro Luçón>>.
Con aquel hallazgo o joya de inestimable valor, el bondadoso don Leoncio cita a las personas más prestigiosas de Torres de Berrellén a una reunión, con objeto de tratar de qué manera podría enaltecerse la personalidad tan saliente de este pueblo y perpetuar a la vez su memoria.
La comisión nombrada al efecto empezó por confeccionar el programa de festejos, con arreglo al cual se había de rendir un tributo de homenaje al linajudo aragonés autor de la primera obra dada a la estampa en el mundo, con el título de “Reducción de las letras y arte para enseñar a hablar los mudos”.[30]
Aquel feliz “hallazgo” documental, efectuado en su caso por el párroco del momento Leoncio Marqueta, en realidad la misma partida bautismal que había utilizado supuestamente y por error Serrano, el cura párroco del lugar en 1626, [31] y la misma que había dado a conocer Tomás Navarro Tomás en 1920, extraída a su vez de la declaración de Serrano de 1626 y que aparece en la “averiguación”, será la excusa que dará lugar al Homenaje de 1927 en Torres de Berrellén, y como consecuencia posterior, la publicación de la obra de Miguel Granell, Homenaje a Juan Pablo Bonet, editada en Madrid en 1929, donde se volverá a repetir exactamente aquel mismo error.
De este modo el falso nombre Martín, y la fecha supuesta de nacimiento de Pablo Bonet, también falsa, o el lugar de su nacimiento, también falso, pasarán a formar parte de las enciclopedias, pero incrementando Granell por su cuenta, aún más si cabe, otro tipo de errores, tales como los supuestos lugares donde Pablo Bonet había cursado sus estudios, digamos tanto primarios como universitarios, hecho falso al ser desconocido, o confundiendo el parentesco de algunos de sus familiares más directos, confusión encaminada en todo caso a ensalzar la nobleza familiar, cuestión por otra parte innecesaria, puesto que ya era evidente.[32]
Durante aquel mismo Homenaje de 1927, sacando pecho, Miguel Granell y Forcadell, Comisario Regio y Director en su caso del Colegio de Sordomudos de Madrid, afirmó a la prensa zaragozana, sin empacho de ningún tipo, que si encontraba un “retrato” (sic) de Bonet, elevaría una estatua en Torres de Berrellén, “a costa de su bolsillo particular”.[33]
Y justamente de aquel comentario tan audaz y fanfarrón de Granell, surgirá la idea del monumento que se haría efectiva en Torres de Berrellen en 1933, pero al cual precederá en 1929 su obra Homenaje, donde por vez primera apareció la supuesta efigie de Pablo Bonet, de la que saldrá cuatro años más tarde el primer bronce, obra del escultor aragonés Felíx Burriel,[34] sin que Granell explicara jamás que aquel “retrato” había sido “inspirado” por él mismo, pero obra que se encargó de realizar la pluma del dibujante sordo sevillano José Zaragoza,[35] su colaborador en el libro de Homenaje, al ser obra suya la mayor parte de los dibujos que aparecen en ella.[36] Historia particular y sabrosa que de por sí merece más espacio que el presente.[37]
Aprovechando aquella confusión, al año siguiente de la inauguración de aquel busto en Aragón, fue Emilio Tortosa el que volvió a la carga, con su propuesta de monumento en Barcelona, proyecto tras el cual se encubría el halagar a los asociados de la Sociedad de Socorros mutuos entre los Sordomudos de ambos sexos de Cataluña, con motivo de estar celebrándose los 25 años de su constitución, que deberían concluir, con el broche de oro, de aquel monumento, tal como figura en la petición firmada por Tortosa, con fecha 30 de abril de 1934. Monumento cuyas medidas deberían ser 3,20 de alto, 0,90 de grueso y 1,40 de ancho. Sociedad que en aquel entonces estaba domiciliada en el Instituto Catalán del Sordomudo, sito en la calle Montserrat, nº 20, principal de Barcelona.
Pero en su petición Tortosa llegó aún más lejos, al proponer incluso el lugar concreto donde debería emplazarse dicho monumento, concretamente en la Avenida Mistral, en la confluencia de las calles Francisco Lairet, Sepúlveda y Llansá,[38] lugar que la comisión del Eixampla descartó en su sesión del 24 de mayo de 1934, aduciendo que aquel cruce estaba ya completamente urbanizado , y por tanto recomendaba situarlo en otro sitio, como era la Colonia Municipal Vilajoana, donde serviría de recuerdo y enseñanza a los niños de dicha colonia, curiosamente el mismo lugar a donde iría a parar durante la guerra civil, la escuela municipal de sordomudosde Barcelona. [39]
El 28 de mayo, Tortosa volvió obstinadamente a la carga, con lo mismo, probablemente porque todavía no le había llegado a la mano la denegación anterior. Prueba de ello es que el 22 de junio le vuelve a proponer al ayuntamiento tres nuevas posibles ubicaciones. En la plaza Adriano, en la calle del Carril, entre las calles de Muntaner y Plaza Molina, aduciendo el soterramiento del ferrocarril de Sarria, o en el llamado Camp de Galvany, una prolongación de la calle Urgel,[40] sugerencia que recibiría la callada por respuesta
El 25 siguiente, el Arquitecto Jefe del Ayuntamiento aconseja que por su forma y dimensiones, el monumento de referencia podía tener una buena ubicación en algún rincón del Parque de Montjuic, y por tanto procedía a pedir la opinión del Director de Parques y Arbolado (sic), petición que fue contestada negativamente el 26 de julio de 1934, aduciendo el Arquitecto jefe del Servicio de Parques, que “el estilo del monumento proyectado se aviene muy poco con el del parque de Montjuic, al que habría de preservar de un exceso de semejantes monumentos”, respuesta que obligó a tener que devolver la petición al Servicio de Parques, con fecha 3 de agosto, para que estudiara otra posible ubicación.
Y así finalmente el 7 de agosto de 1934, el arquitecto en jefe del Servicio de Parques propone, adjuntando un croquis, que el lugar ideal podría ser el final, parte montaña, del paseo de García Hernández, en la actualidad Paseo de San Juan, “dando vista a la populosa Travesera de Gracia”.
Pero haciendo constar que, dado el estilo general de aquellos jardines, se debería simplificar en algo el ornamento de dicho monumento, quedando aquel departamento a disposición de los demandantes para sugerirles los límites de dicha simplificación.
Propuesta general que fue aceptada en su totalidad por Tortosa el 27 de agosto de 1934. Lo que produjo como consecuencia el correspondiente Decreto municipal que se firmó con fecha 26 de octubre de 1934.
Por dicho Decreto, los Servicios municipales se ofrecían a facilitar la piedra necesaria para erigir el monumento, la cual le sería entregada a los organizadores del mismo, que la tendrían que recoger en las canteras de Montjuic. Pero avisando en explicito que el monumento estaría sujeto a las variaciones que propusiera el Arquitecto Jefe del Servicio de Parques, de hecho muy pocas, al ser fundamentalmente el recorte de los dos adornos laterales, con cenefas incluidas, proyecto que diseñó el arquitecto Joan Vidal.[41]
En conclusión, el monumento de Barcelona, donde están representados Pedro Ponce de León y Juan Pablo Bonet, lo único que conmemora, no son las figuras pedagógicas representadas, con mayor o menor fortuna, sino el XXV aniversario de la La Sociedad de Socorros Mutuos entre los sordomudos de ambos sexos de Cataluña y sus protectores (1909-1934), monumento del cual se puso la primera piedra en enero de 1935, y que fue inaugurado el 12 de mayo de aquel mismo año 1935 con la excusa y el engaño de ser un supuesto homenaje a Pedro Ponce y a Pablo Bonet, monumento al cual en 1966 se le añadió, sin que conste en sitio alguno los motivos, el “pegote” de Ponce y el niño.
Confirmando dichas conclusiones, Juan Luis Marroquín el fundador de la Federación Nacional de Sociedades de Sordomudos de España, hoy Confederación Nacional de Sordos de España (CNSE), escribía en su diario personal el día 11 de mayo de 1935:
“Vuelvo a estar en Barcelona con ocasión de los actos del XXV Aniversario de la fundación de la Sociedad de Socorros Mutuos. Esta noche nos presentará la nueva Bandera de la Sociedad, donada por el socio fundador Juan de la Cruz Hernández López. También se hará un pequeño homenaje al autor del proyecto del monumento a Pedro Ponce de León y Juan Pablo Bonet, el artista sordo José Marqués Beltrán. Y a Fernando Orús, Presidente de la Agrupación de Sordos de Zaragoza, y a mí mismo, nos entregarán el título de Socios Honorarios de la Sociedad.[42]
Noticias que confirmaba La Vanguardia del día 14 de mayo de aquel año, en un largo artículo titulado: Los Sordomudos de Cataluña, Fiestas conmemorativas,[43] pero añadiendo muchos más detalles, como por ejemplo que uno de los actos tuvo lugar “en el salón de fiestas del Grupo Escolar «Milá y Fontanals», cedido expresamente a las entidades organizadoras”, o que “a propuesta de la representación de la Sociedad de Sordomudos de Valencia fue nombrado socio honorario el presidente efectivo de la Mutua, don Emilio Tortosa. a quien se hizo entrega de dos cuadros alusivos”, o que “se entregó un recuerdo de afecto al inspirador del monumento elevado en nuestra ciudad a fray Ponce de León y a don Juan Pablo Bonet” inspirador al que Marroquín puso nombre y apellidos, el artista sordo José Marqués Beltrán.
Notas
[1] Jordi Gratacòs-Roig, Universitat de Barcelona, 2002, Conjunto escultórico de Fray Pedro Ponce de León y Juan Pablo; www.ub.edu/tigalab/recerca/CER-Polis/Sordomudos2.pdf; Curri autor, http://www.gratacos.org/jordi/cv/cve.htm
[2] Dicha fecha de 1966, que figura en diversas páginas, incluidas algunas del propio Ayuntamiento de Barcelona sobre esculturas suntuarias, no tiene confirmación alguna en la prensa de la época, y menos aún en concreto en las páginas de la La Vanguardia. De ahí que no esté confirmada.
[3] Josep Miret i Llopart (Barcelona, 1900 – ibídem, 1978) escultor catalán. Miret se especializó en trabajos en piedra y mármol, y después de la guerra civil española (1936-1939) se dedicó a reconstruir parte de la imaginería religiosa destruida durante la misma, como por ejemplo la colosal estatua que hoy corona el Templo Expiatorio del Sagrado Corazón del Tibidabo, o el Viacrucis situado en la cripta o las esculturas de los doce apóstoles.
[4] Jordi Gratacòs-Roig, imagen nº 1 de su trabajo, aunque de hecho son tres imágenes concretas las que aparecen con el mismo número.
[5] Jordi Gratacòs-Roig, op. cit.
[6] A. Gascón, J.G. Storch: Fray Pedro Ponce de León y los antiguos mitos sobre la educación de los sordos. EURA, Madrid, 2006.
[7] A. Gascón Ricao y J. G. Storch de Gracia, La escuela de Sordomudos de la Junta de Comercio de Barcelona (1838-1840), http://www.cultura‐sorda.eu, enero de 2007.
[8] Sordera postlocutiva: se refiere a personas con sordera que se presenta después de la adquisición del lenguaje (adultos) con pérdida total de audición, y que actualmente no pueden beneficiar del uso de prótesis auditivas.
[9] Baltasar de Zúñiga, Sumario de la descendencia de los Condes de Monterrey, Biblioteca Nacional, Manuscrito 13.319.
[10] A. Gascón Ricao, Pedro Ponce y Juan de Pablo Bonet, dos doctrinas pedagógicas enfrentadas, Conferencia impartida con motivo de la inauguración del Curso 2003-2004 de Lengua de Señas Española. Universidad de Sevilla, noviembre 2003.
[11] Luis León Otero, Historia de la Logopedia, Departamento de Teoría e Historia de la Educación, UCM: Cita a Ponce de León, P. (1547). Doctrina para los mudos sordos, compuesta por el maestro Fray Pedro Ponce, inventor de este arte maravilloso. Clásicos Olvidados, B. A. C. (sic). La colección “Clásicos Olvidados” no es de la B. A. C. (Biblioteca de Autores Cristianos”, sino de la F. U. E. (Fundación Universitaria Española), y, según nuestras averiguaciones, ninguna de ambas editoriales ha publicado semejante libro.
[12] La primera parte se inauguro en 1935, y la segunda en 1966.
[13] Juan Vidal Ramos, nacido en Alicante en 1888, pronto dio muestras de su afición y destreza en el dibujo, cursó estudios de arquitectura en la Escuela de Barcelona en los momentos en el que el “Historicismo” era la corriente dominante en los círculos académicos. Obtuvo el título de arquitecto en 1916. Fue nombrado arquitecto provincial con carácter interino el 23 de Octubre en 1923, obteniendo la plaza en propiedad el 28 de Enero de 1926.
[14] Esfinge, definición, Monstruo fabuloso con cabeza, cuello y pecho de mujer y cuerpo y pies de león
[15] Jordi Gratacòs-Roig, op. cit.
[16] Jordi Gratacòs-Roig, imagen nº 3 del trabajo.
[17] Pablo Bonet nació en una fecha indefinida situada ésta entre el 12 de octubre y 9 de noviembre de 1573, indefinición normal, puesto que los libros parroquiales de la antigua villa de El Castellar no se conservan.
[18] Jordi Gratacòs-Roig, Op. Cit., imagen nº 4 de su trabajo,.
[19] A. Gascón Ricao. Qué fue antes, el huevo o la gallina, o el doble misterio de la efigie ideal de Juan de Pablo Bonet, 2011
[20] Jordi Gratacòs-Roig, dibujo 1 y dibujo 2 de su trabajo, e imagen nº 2. Una de ellas puede verse en http://www.bancodeimagenesmedicina.es/banco-de-imagenes/categorias/retratos/bustos/retratos/ponce-de-leon-fray-pedro-281.html, y la otra se puede ver en http://www.deafed.net/publisheddocs/sub/sld014b.htm
[21] Antonio Eguiluz Angoitia, Fray Pedro Ponce de León. La nueva personalidad del sordomudo. Madrid, 1986; la imagen se puede ver en http://publishing.cdlib.org/ucpressebooks/data/13030/x6/ft338nb1x6/figures/ft338nb1x6_00001.gif
[22] Expediente redactado totalmente en catalán que consta de numerosas páginas y croquis a color, y que hoy se conserva en el Arxiu Municipal de Barcelona, Any 1934, Registre Gral. Nou, núm. 1870.
[23]A. Gascón, J.G. Storch: Fray Pedro Ponce de León y los antiguos mitos sobre la educación de los sordos. EURA, Madrid, 2006
[24] A. Gascón, J.G. Storch: Juan de Pablo Bonet no es Juan Martín de Pablo Bonet, Página Web de la UCM, Facultad de Derecho, HERPAN, Madrid, 2007.
[25] Emilio Tortosa Orero nació en Fuente la Reina (Castellón) el 29 de junio de 1876. En 1883 ingresó en el Colegio Imperial de San Vicente Ferrer de Valencia, iniciando en 1892 los estudios de magisterio obteniendo el título de Maestro de Primera Enseñanza Superior en 1895. A su graduación, pasó a trabajar como auxiliar de vigilante en la Casa de Misericordia de Valencia, ejerciendo en los días festivos como maestro auxiliar de la Sección de Sordomudos y Ciegos. En 1907, pasó a ser nombrado Profesor de dicha sección, dentro de la enseñanza oral, traduciendo en ese mismo año la obra de Julio Ferreri, El Sordomudo y su educación. Entre 1902 y 1904 fue administrador del Internado del Colegio Valenciano, obteniendo en 1903 el título de Profesor del Colegio Nacional de Sordomudos de Madrid. En 1906 funda el Patronato de las Clases Gratuitas del Instituto Catalán de Sordomudos. Gran defensor del método oral, aquel mismo año, tras unos actos en el Fomento del Trabajo Nacional, Tortosa fue propuesto para la plaza de Director de la Escuela Municipal de Sordomudos de Barcelona. En 1909 fundó la Sociedad de Socorros Mutuos entre los Sordomudos de ambos sexos de Barcelona y al año siguiente es Profesor de la Escuela Municipal de Sordomudos de Barcelona, profesión que alternaba con su actuación privada en su escuela del Instituto Catalán de Sordomudos. De aquí en adelante, asistirá a todos los Congresos Internacionales que se celebran en España o en el extranjero o colaborando en la revista La Paraula. Su labor sería seguida por su hijo Emilio Tortosa Gironés, fallecido en 1927, quien entre otras muchas actividades, fue, en 1924, Presidente del Club Deportivo de Sordomudos, o su otro hijo José Tortosa, fallecido en Barcelona a causa de un bombardeo en marzo de 1938. A ambos hijos, les sucederá largos años Francisco Tortosa, hijo de un segundo matrimonio.
[26] De hecho se manipuló la fecha del nacimiento de Ponce (1520) para hacerla coincidir con el centenario del libro Pablo Bonet (1620), actualmente se sigue desconociendo en qué año nació.
[27] Tomás Navarro Tomás, “Juan Pablo Bonet, datos biográficos”. “La Paraula. Butlletí de l’Escola Municipal de Sords-Muts de Barcelona” nº 3 (número extraordinario), (1920-21) , pp. 24-47.
[28] “Berrellenense”, natural de Torres de Berrellén, Zaragoza, pueblo que recogió los privilegios de la extinta villa de El Castellar, lugar de nacimiento de Bonet.
[29] Pío Brezosa, el “descubridor”, era coronel de Sanidad y director del Hospital militar de Zaragoza.
[30] Miguel Granell y Forcadell, Homenaje a Juan Pablo Bonet. Madrid, 1929.
[31] M.Granell, ob. cit., pp. 580-581.
[32] M.Granell, ob. cit., pp. 441-442.
[33] El Noticiero, Zaragoza, 30-11-1927.
[34] Félix Burriel Marín, Zaragoza 2-V-1888 – 10-XI-1976. Escultor, fue entre otras cosas profesor de Dibujo en la Escuela de Artes Aplicadas de Zaragoza y Académico de la de Bellas Artes de San Luis.
[35] Antonio Gascón Ricao. Qué fue antes, el huevo o la gallina, o el doble misterio de la efigie ideal de Juan de Pablo Bonet, ver en https://cultura-sorda.org/el-doble-misterio-de-la-efigie-ideal-de-juan-de-pablo-bonet/
[36] M.Granell, ob. cit., pp. 593-594.
[37] Como premio a aquella “dedicación” de Granell el pueblo de Torres de Berrellén le decidió en 1933 una calle con su nombre, concretamente la conocida popularmente como la del “pilón”, placa y memoria hoy en día por desgracia desaparecida.
[38] En el Arxiu Municipal de Barcelona, se conserva el croquis del emplazamiento propuesto.
[39] Sobre la Colonia Municipal Vilajoana ver; Ignasi Puigdellívol Aguadé, L’Escola de Cecs, Sordmuts i Anormals de l’Ajuntament de Barcelona (1911-1939): Una experiència truncada, Educació i Història: Revista d’Història de l’Educació, núm. 26 (juliol-desembre, 2015), pàg. 161-183.
[40] En el Arxiu Municipal de Barcelona, se conservan los tres croquis propuestos
[41] El croquis firmado por dicho arquitecto puede verse en el Arxiu Municipal de Barcelona, apreciándose en él la parte suprimida.
[42] A. Gascón Ricao, Memorias de Juan Luis Marroquín, lucha por el derecho de los sordos Madrid, 2004.
[43] La Vanguardia,— Martes 14 de mayo de 1935, P. 8
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