Castres, 2007.
Sección: Artículos, historia.
El título mismo de este artículo parecerá anacrónico, o incluso altamente provocativo, pues la historia oficial y el culto a la personalidad que aún se le dedica, asocian al Abate de l’Epée solamente a la comunicación gestual[3], aunque los más recientes estudios o información en línea son más moderados y más críticos. Por ejemplo, se puede leer, en el sitio web Wikipedia.org, que “…inició la investigación sobre una lengua de señas metódicas utilizable por las personas afectadas por sordera, con el fin de vincular estas señas con el francés escrito (…).Contrariamente a lo que algunos creen aún, no es el Abate de l’Épée quien educara a los sordos, incluso con gestos (sic).[4] En cambio, es la reagrupación de los alumnos sordos en su institución y la necesidad de comunicar entre ellos lo que favoreció y perfeccionó la lengua de señas francesa (LSF). (…) las señas metódicas no son tampoco muy cercanas a lo que se puede llamar francés señado, ya que se crearon artificialmente…”[5]
No obstante ello, en todos los sitios de Internet que tratan, de cerca o de lejos, sobre la LSF o su historia, se hace referencia al Abate de l’Epée. François Legent[6] resume bastante bien las razones: “…el verdadero culto de que es aún objeto no se fundamenta en un método pedagógico determinado, sino en la actitud que manifestaba hacia los sordos. Quería, sobre todo, instruirlos. Gracias a (su) acción, los sordos y mudos dejaron de ser “parias”.
El Abate de l’Epée siguió siendo la figura emblemática del «método gestual», si bien, aunque aprendió la «lengua natural de las señas» al contacto con los sordomudos, no la enseñaba. Pero permitió su difusión entre los sordos, reagrupándolos y tolerando su lengua natural…”. El traumatismo causado por el Congreso de Milán[7] acentuará aún más las diferencias entre los partidarios del método oral puro y los del método gestual, estos últimos idealizando, tanto al Abate de l’Epée, como a su lengua prohibida.
Si, como recuerda también Legent[8], “…el objetivo que se había impuesto (inicialmente) no era hacerlos hablar, sino enseñarles a pensar…”, se puso “…a enseñar también[9] el método oral a los niños sordos y mudos que eran capaces…”. Paradoja de la historia, son las mismas fuentes que Jacobo Rodríguez Pereira y que el Abate Claudio‐Francisco Deschamps a las que acudirá: los trabajos publicados anteriormente por Juan de Pablo Bonet[10] y Juan Conrado Amman[11].
Así, pues, sus dos obras publicadas en vida, Instrucción de los sordos y los mudos por medio de las señas metódicas[12], y después La verdadera manera de instruir a los sordos y mudos, confirmada por una larga experiencia[13], contienen tres capítulos “oralistas”, precedidos de una advertencia:
‐ Cómo se puede enseñar a los sordos y a los mudos a hablar.
‐ Cómo se puede enseñar a los sordos y a los mudos a pronunciar las vocales y las sílabas simples.
‐ Observaciones necesarias para la lectura y la pronunciación de los sordos y los mudos.
‐ Cómo se enseña a los sordos y a los mudos a entender por los ojos solamente con los movimientos de los labios, y sin que se les haga ninguna seña manual.
El contenido de los tres capítulos es una adaptación «libre» al francés de las indicaciones mostradas por de Pablo Bonet o Amman[14]. Prueban también que la desmutización, el acceso a la lectura y el máximo aprovechamiento de las capacidades en lectura labial, formaban ya parte del proyecto y las prácticas del Abate de l’Epée. Merece, pues, y por ello, figurar también entre los precursores de la Ortofonía y de la Logopedia en Europa.
Un objetivo regreso a la fuente ‐e incluso en este caso particular a los textos originales‐ resulta, una vez más, necesario, si se quiere realmente conocer el planteamiento y las prácticas antiguos, especialmente en el ámbito de la sordera, donde algunos ideólogos se invisten con un ropaje de historiador, no para hacer avanzar los conocimientos, sino más bien para intentar justificar sus predeterminadas posiciones teóricas.
A partir de 1820, se realizará una nueva edición de estos opúsculos, por iniciativa del nuevo Director [15]y del Jefe de Estudios 16 del Instituto Real de Sordomudos bajo el título genérico El arte de enseñar a hablar a los sordomudos de nacimiento[16]. Obra que anuncia un cambio de dirección en la política de la institución. Así, pues, en su prólogo el Abate Sicard afirma que: “…no se vuelve al sordomudo completamente a la sociedad sino cuando se le enseña a expresarse de viva voz y a leer la palabra sobre los movimientos de los labios. Mientras tanto, aún no está acabada enteramente su educación…” [17] Y para escribir esto, se basa en los textos… de Carlos‐Miguel de l’Epée.
Más adelante, añade: “…penetrado de esta verdad, a menudo he lamentado que los fondos destinados a nuestro Instituto no permitan pagar a dos hombres encargados exclusivamente de esta tarea…” [18] .
Pero esto ya es, casi, otra historia…
Notas:
[1] Ortofonista, 18 bd. Léon‐Bourgeois, 81100 – Castres (Francia) E‐mail: olivier.heral@wanadoo.fr. La versión francesa de este trabajo aparecerá publicada en L’Orthophoniste, revista periódica de la FNO (Federación Nacional de Ortofonistas), en mayo de 2007, número 269, pp. 12 y 13 (información en el sitio web http://www.orthoedition.com/abo.php?NumTheme=8&Article=172), dentro de la serie “Precursores de la Ortofonía y la Logopedia en Europa”).
[2] Traducido al castellano, de la versión original francesa, por José Gabriel Storch de Gracia y Asensio, abril de 2007.
[3] No abordaremos en este artículo ni su biografía, ni su enseñanza de las señas metódicas, que fueron objeto de un elevadísimo número de publicaciones regulares, desde hace más de 200 años y en todo el mundo. Nos permitimos remitir, entre los más recientes trabajos, a Gascón, A. y Storch de Gracia, J.G., 2004, Historia de la educación de los sordos en España y su influencia en Europa y América, Madrid, Ed. universitaria Ramón Areces, passim; y a Oviedo, A., 2006, La vida y la obra del Abad Charles Michel de L’Epée (1712 ‐ 1789), en el sitio web http://www.culturasorda. eu/resources/Abad_Michel_de_l_Epee.pdf.
[4] Formulación por lo menos incorrecta, ya que incurre en un contrasentido, como desgraciadamente ocurre a menudo en Wikipedia.org.
[5] Charles‐Michel de L’Épée, artículo en línea en el sitio web http://fr.wikipedia.org/wiki/Abb%C3%A9_de_l’%C3%89p%C3%A9e.
[6] Enfoque de la pedagogía institucional del sordomudo hasta 1900, artículo en línea en el sitio web http://www.bium.univ‐paris5.fr/histmed/medica/orld.htm.
[7] Las Resoluciones del Congreso de Milán (1880) establecieron en Europa la preferencia por el método oral puro sobre el método gestual. Aquél se aplicó drásticamente en Francia en 1887, cuando los profesores sordos fueron cesados de sus funciones. Será necesario esperar hasta 1978, para contemplar el regreso de la lengua de señas, aunque en los cursos nocturnos, por supuesto, y después poco a poco en las clases, hasta que, en 1991, se implanta la libre opción de un bilingüismo simultáneo de lengua de señas y lengua francesa escrita y oral, a partir del artículo 33 de la Ley Fabius.
[8] Cfr. nota 6.
[9] El subrayado es nuestro.
[10] (1573 ‐ 1633). Publicó en 1620 el primer manual de referencia en Europa: Reduction de las letras y Arte de enseñar á ablar los Mudos . La edición original es consultable en el sitio web de la Biblioteca de la Universidad de Sevilla: http://fondosdigitales.us.es/digitalbook_view?oid_page=7357.
[11] Sobre Rodríguez Pereira, Deschamps y Amman, nos permitimos remitir a nuestra contribución: Héral, O., 2007, L’orthophonie avant l’orthophonie, Isbergues Ortho Edition; y a la de Gascón, A. y Storch de Gracia, J.G., 2004, op. cit.
[12] Nyon l’Aîné, 1776.
[13] Nyon l’Aîné, 1784.
[14] Lo que indica por otra parte l’Epée en sus textos.
[15] El Abate Roque‐Ambrosio Cucurron Sicard nació el 20 de septiembre de 1742 en Le Fousseret (Alta Garona) y murió el 10 de mayo de 1822 en París. Primeramente Director del Instituto de Sordomudos de Burdeos en 1786, sucede al frente del de París a la muerte del Abate de l’Épée en 1789.
[16] Paris: Dentu, 1820. Nótese el cambio de terminología: los “sordos y mudos” son designados, desde entonces, “sordomudos”.
[17] Se puede consultar el texto íntegro en el sitio web del BIUM ‐ París: http://web2.bium.univ‐paris5.fr/livanc/?cote=67143&do=chapitre
[18] La cita completa es: “…encargados de esta tarea, que no requiere gran esfuerzo ni talento…” (sic). Es visto que la polémica Pereira/l’Epée había dejado algunas secuelas…
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