Ecuador, atlas sordo

Por Alejandro Oviedo, Ximena Carrera y Rocío Cabezas.

Berlín, 2015.

Sección: Atlas

 

Ecuador, contenidos

Información básica

Lengua de señas

Cronología

Población sorda y movimiento asociativo

Educación

Accesibilidad

Enlaces

Fuentes

 

Información básica

Lengua de señas nacional: Lengua de Señas Ecuatoriana, LSE.

Número de usuarios de la LSE : información no disponible.

¿Hay descripciones lingüísticas de la LSE? Se dispone de dos trabajos léxicos.

¿Se reconoce oficialmente la LSE? Sí, desde 1998.

¿Hay escuelas de sordos en el país? Existen 12 escuelas específicas para sordos.

¿Se imparte educación bilingüe en las escuelas de sordos? Sí, en varias escuelas.

¿Existen asociaciones de sordos? Hay más de 23 asociaciones regionales y una federación nacional.

¿Hay intérpretes certificados? Sí.

¿Se han firmado y ratificado la Convención de la ONU y su Protocolo? Se firmaron ambos en 2007 y ratificaron en 2008.

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Lengua de señas:

La lengua de señas del país es conocida actualmente como Lengua de Señas Ecuatoriana, LSE. En los textos escritos sobre esta lengua en inglés se la representa con las siglas LSEC.

El derecho de las personas con discapacidad a comunicarse «por medio de formas alternativas»  se reconoció inicialmente en la Constitución Política de la República del Ecuador, del año 1998, que declara, en su Artículo 53:

Se reconoce el derecho de las personas con discapacidad, a la comunicación por medio de formas alternativas, como la lengua de señas ecuatoriana para sordos, oralismo, el sistema Braille y otras.

Tal mención fue considerada por los representantes de la Federación Nacional de Sordos de Ecuador (FENASEC) como el reconocimiento oficial de la LSE (cfr. WFD&SNAD 2008:56). En el año 2008 se aprobó una nueva constitución en Ecuador, la Constitución de la República del Ecuador, que derogó la de 1998. En el nuevo texto se formula el derecho a usar «formas alternativas de comunicación» de modo similar al de 1998:

Art. 47.- El Estado garantizará políticas de prevención de las discapacidades y, de manera conjunta con la sociedad y la familia, procurará la equiparación de oportunidades para las personas con discapacidad y su integración social.

Se reconoce a las personas con discapacidad, los derechos a:

(…)

11. El acceso a mecanismos, medios y formas alternativas de comunicación, entre ellos el lenguaje de señas para personas sordas, el oralismo y el sistema braille.

A pesar de lo anterior, muchas personas sordas del país no consideran que exista todavía tal reconocimiento legal, que requiere que se reconozca la LSE como una lengua oficial del país (cfr. Eberle et a. 2012:3, 6 y 26). Para que tal reconocimiento ocurra, sin embargo, y siguiendo el caso previo de lenguas originarias de Ecuador, se requeriría realizar estudios descriptivos sobre el léxico y la gramática de la LSE así como de su comunidad de usuarios. Tales estudios no han sido aún motivo de planificación institucional.

Estudios sobre la LSE:

Ecuador1-manoamanoEstudios léxicos: En 1988 se publicó el primer texto sobre la LSE, Lenguaje de Señas: Guía Básica Sobre una Comunicación Especial Tomo I, una compilación de señas elaborada por iniciativa de la asociación de sordos de Quito (Asoc. Ponce de León). Fue el resultado del Proyecto «Mano a Mano», iniciado por esa asociación en 1983 y uno de cuyos objetivos era el registro de las señas locales. La obra ilustra, con fotografías y dibujos acompañados por una glosa española, cerca de doscientas cincuenta señas usadas en Quito y un número similar de señas de Guayaquil. La imagen de la izquierda corresponde a un detalle del libro, que ilustra señas de Guayaquil.

En el año 2012 se publicó el Diccionario oficial de Lengua de Señas Ecuatoriana, una obra impresa en 2 tomos, que contiene 4.363 entradas (señas ilustradas con dibujos y acompañadas de glosa española). Los tomos impresos van acompañados por un CD interactivo y dos guías informativas. Según se recoge en diversas reseñas publicadas, la obra se elaboró bajo la coordinación de la Federación Nacional de Sordos de Ecuador, luego de consultar a lo largo de 2 años la opinión de las asociaciones de sordos de todo el país.

Aparte de estos dos trabajos de recopilación de vocabulario producidos por la comunidad sorda del país, existe una serie archivos léxicos en video de la LSE, filmados con personas de la comunidad sorda ecuatoriana en enero y febrero de 2011 por investigadores del Sommer Institut of Linguistics (SIL), según reporta esta institución en su página correspondiente a la LSE (Ecuadorian Sign Language- ecs-, SIL International). No tenemos más detalles de estos archivos, además de las referencias dadas.

Estudio sociolingüístico: Los mismos autores de los archivos léxicos del SIL publicaron, en 2012, el Sociolinguistic Survey Report of the Ecuadorian Deaf Community (Eberle et al. 2012). Según ese estudio, realizado con datos recolectados en 11 ciudades del país, la LSE posee dos dialectos claramente diferenciados (el de las zonas costeras y el de las zonas de montaña) y su vocabulario evidencia una fuerte influencia de la ASL (un 30% de préstamos) y de la Lengua de Señas Española (cerca de un 20% de préstamos). El restante 50% del vocabulario usado por la LSE consistiría en señas desarrolladas por la comunidad sorda del país.

No conocemos otros trabajos descriptivos sobre la LSE o sus usuarios, así como tampoco estadísticas sobre el número de personas (sordas u oyentes) que usan la LSE (cfr. WFD&SNAD 2008:44).

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Cronología

1940: Enriqueta Santillán inicia actividades docentes con niños sordos en Quito (Santillán 1994:119).

1952: Se funda el Instituto Mariana de Jesús, por iniciativa privada. El instituto atendía niños con discapacidad visual y con discapacidad auditiva (Santillán 1994:119).

Ecuador2-inal-foto1962: se funda el Instituto Nacional de Audición y Lenguaje (INAL), en Quito, a partir de lo que fue una sección para niños con necesidades especiales en el Colegio Espejo.

1966: Varios jóvenes sordos comienzan a agruparse en Quito para organizar eventos deportivos (Santillán 1994:120).

1975: Se crea la Sociedad de Sordos Adultos Fray Luis Ponce de León, en Quito (Santillán 1994:120).

1976: Una sociedad similar a la quiteña se crea en Guayaquil (Santillán 1994:120).

1982: Se inicia el Proyecto «Mano a Mano» (estudio de la lengua de señas local) en la Sociedad Ponce de León.

1984: Se crea la asociación de sordos de Guayas (Santillán 1994:120).

1986: Se funda la Federación Nscional de Sordos de Ecuador (FENASEC) (WFD&SNAD 2008:35).

1988: Aparece como libro una compilación de señas usadas por los sordos de Ecuador, resultado del Proyecto «Mano a Mano» (Sociedad de Sordos…, 1987)

2012: Se publican el Diccionario Oficial de Lengua de Señas Ecuatoriana y un estudio sociolingüístico sobre la LSE (SIL International)

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Población sorda y movimiento asociativo

Población sorda:

Según los datos del Censo de 2010 (Instituto Nacional de Estadística y Censos) había en el país 207.541 personas con discapacidad auditiva.

Movimiento asociativo:

Según relata Miguel Santillán (1994), hacia mediados de la década de 1960, varios jóvenes sordos egresados de escuelas de Quito comenzaron a celebrar reuniones bajo la iniciativa de Guillermo Zurita, un ex-alumno de la escuela Mariana de Jesús. Este grupo se comunicaba con las señas aprendidas en la escuela. De allí surgió posteriormente el Club de Deportes de Ecuador Sporting Club, que fue tal vez la primera organización formal de sordos del país. A principios de los años 1970, continúa Santillán, se observan similares iniciativas en la ciudad de Guayaquil. En 1973 se realizó un primer encuentro deportivo entre las organizaciones de Quito y Guayaquil (idem, 120).

Pocos años después, los intereses de estas organizaciones se diversificaron, y se decidió, en 1975, la creación de la Sociedad de Sordos Adultos Fray Luis Ponce de León, en Quito. Esta organización fue reconocida formalmente en 1978 (ibidem). A lo largo de la década de 1980 surgieron otras asociaciones en varias provincias del país (idem, 121). La influencia del Proyecto «Mano a Mano», coordinado por la Sociedad de Sordos Adultos de Quito, jugó en esos años un rol muy importante en el surgimiento de una conciencia colectiva acerca del valor de la LSE y de conformar una comunidad sorda políticamente activa (Velázquez García, 1994:126).

El número total de asociaciones regionales y locales era 19, en el año 2008 (cfr. WFD&SNAD 2008:38).

Existe una organización nacional, la Federación Nacional de Personas Sordas del Ecuador (FENASEC), que representa al país ante la Federación Mundial de Sordos (ver WFD, List of Members).

En el informe más reciente de la Federación Mundial de Sordos (WFD&SNAD 2008:48), se afirma que los sordos ecuatorianos disfrutan de todos los derechos políticos y sociales del resto de la población, con excepción del derecho al obtener la licencia para conducir vehículos. El gobierno ecuatoriano ofrece diferentes tipos de ayuda a las personas sordas, que abarca el acceso libre a servicios sociales a través del carné de CONADIS (WFD&SNAD 2008:51) así como el derecho a optar por un sistema de pensiones por ingresos bajos (idem, 53). También las organizaciones reciben apoyo público (por ejemplo, el Estado financia -al menos parcialmente- el funcionamiento de FENASEC – cfr. WFD&SNAD 2008:51).

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Educación

Ecuador3-mapa-ecuadorHistoria: En 1940, por iniciativa privada, liderada por las hermanas Enriqueta y Teresa Santillán (Santillán, 1994), se abrió en Quito la primera escuela del país para niños con necesidades educativas especiales. Entre ellos asistían algunos con discapacidad auditiva. Tiempo más tarde se creó una sección particular para los niños sordos, que años después se convirtió en una escuela propia. Esta institución existe hoy con el nombre de «Enriqueta Santillán Cepeda».

En la década siguiente (1952) se crea, también en Quito, una segunda institución, la Escuela Mariana de Jesús, que atendía a niños sordos y a niños ciegos. Esta escuela era administrada por monjas españolas. A través de esta institución, la Lengua de señas Española ejerció una importante de influencia en la comunidad sorda ecuatoriana (Velázquez garcía 1994:124 y Benalcázar 1994:127).

En 1962 se crean 4 aulas en el colegio Femenino Espejo para atender también a niños con discapacidad, tres de ellas dedicadas específicamente a atender a niños con problemas de audición y una para atención a niños con discapacidad intelectual. Posteriormente se independiza y toma el nombre de «Escuela de Educación Especial Aída Peñafiel de Dobronsky», institución dedicada exclusivamente a niños sordos. Desde agosto de 1981, la escuela cambia su nombre por el de «Instituto Nacional de Audición y Lenguaje» (INAL).

Estas escuelas ofrecieron, no obstante las prohibiciones y la valoración negativa de la comunicación gestual, un entorno para el desarrollo de una lengua de señas (Santillán 1994), pues ofrecían a grupos de niños y jóvenes sordos un espacio común a lo largo de un tiempo prolongado. Esto fue particularmente notorio en el caso de la escuela Mariana de Jesús, donde es fama que hubo monjas usuarias de la Lengua de Señas Española (Velázquez García 1994:124).

Los años siguientes ven crearse nuevas escuelas específicas para niños con deficiencias auditivas. Hoy en día existen 12 de estas instituciones. A ellas puede añadirse también el IFALES, la escuela fundada en 1940 por Enriqueta Santillán, porque aun cuando esta también recibe a niños con discapacidad intelectual, es considerada por la comunidad sorda del país como una de sus escuelas. Además de estas instituciones, que ubica el mapa de la izquierda, existen poco más de 100 escuelas en el país que atienden a niños sordos, bien sea en aulas especiales o integrados junto con otros niños (ver listado de instituciones de educación especial, 2013).

Algunas estadísticas:

Según datos del Ministerio de Educación, las 12 escuelas específicas para niños con deficiencias auditivas (más la Escuela Enriqueta Santillán) atienden a unos 1.000 niños, niñas y adolescentes.

No obstante, según datos recientes (febrero de 2014), en el sistema de registro del Consejo Nacional de Igualdad de Discapacidades, hay una lista de 5.688 niños o adolescentes. Contrastando con los datos del párrafo anterior, se tendrian alrededor de 4.688 ecuatorianos con deficiencias auditivas, en edad escolar, que están atendiendo escuelas especiales no específicas para sordos (de las cuales existen al menos 101 en el país, cfr. Lista de Instituciones de Educación Especial), están integrados al sistema regular o no asisten a la escuela.

Resulta interesante confrontar esta información con la ofrecida por el Censo del año 2010. Según este instrumento, había en Ecuador una población total con discapacidad auditiva de 207.541 personas. Los porcentajes de edades correspondientes a la población con discapacidad en el país señalaban asimismo que alrededor de un 19% de este sector de la población correspondía a ecuatorianos menores de 18 años (esto es, en edad escolar). Aplicado este porcentaje al total anterior (207.541 personas), se tendrían 39.432 potenciales escolares sordos en el país. Se trata de cifras que requerirían una revisión posterior por parte de las autoridades del país.

Modelos educativos:

La educación para sordos en el país siguió, en las primeras cuatro décadas desde su fundación, un modelo exclusivamente oralista. La llegada de la comunicación total hacia mediados de la década de 1980 cambió en algo esa situación, cuando algunas escuelas decidieron incorporar paulatinamente algunas señas al trabajo de aula (Montero, 1987). No obstante, puede decirse que la prevalencia de las prácticas oralistas en el país nunca se vio comprometida (Velázquez García 1994:125). A partir del año 2010 se vienen desarrollando experiencias educativas bilingües (LSE-español escrito) en varias escuelas del país.

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Accesibilidad

Convención ONU:

Ecuador firmó la Convención y su Protocolo en 2007 y ratificó ambos en el año 2008 (UN-Enable).

Disponibilidad de textos de lectura sencilla:

Existen ya algunas experiencias, tales como el caso de las dos guías («Entre lápices y papeles» – Guía para docentes de estudiantes sordos y «Entre palabras y señas» – Guía para intérpretes de Lengua de Señas Ecuatoriana) que acompañaron la publicación del Diccionario Oficial de la Lengua de Señas Ecuatoriana en 2012. Sin embargo, no parece ser aún una práctica regular en el país.

Disponibilidad de textos oficiales en lengua de señas:

Según el informe 2008 de la Federación Mundial de Sordos, no hay este recurso (WFD&SNAD 2008:55). Esto parece ser actual, al menos si se consideran en la red las páginas oficiales del gobierno ecuatoriano. Sin embargo, apreciando lo que muestra la página web de la ANILSEC, sí existe una cierta oferta de información en LSE sobre el ejercicio de los derechos y deberes públicos.

Medios accesibles:

Por ley (República del Ecuador, 2003) las televisoras públicas y privadas están obligadas a ofrecer servicios de subtitulado y de interpretación a la LSE para personas sordas. Sin embargo, según el Informe 2008 de la Federación Mundial de Sordos, esto no llega a cumplirse (WFD & NSAD 2008:54-55).

Intérpretes de LSE:

Los intérpretes de LSE están agrupados en la Asociación Nacional de Intérpretes de Lengua de Señas Ecuatoriana-ANILSEC. A través de ella, Ecuador está afiliado a la WASLI.

Según el Informe 2008 de la Federación Mundial de Sordos, el gobierno cubre al menos una parte de los servicios de interpretación a la LSE (WFD&SNAD 2008:16). En ese mismo informe se declara que no existe una oferta para la formación de los intérpretes de LSE (WFD&SNAD 2008:65).

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Enlaces

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Fuentes consultadas en la elaboración de este artículo

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2 Comentarios

  1. Jose said:

    Quiero aprender esta fiemana de comunicacion

    13 septiembre, 2019
    Reply

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