El deporte en Señas: Un derecho pendiente en Venezuela y Colombia.

Marcel García (2025).

El silbato del árbitro suena, la hinchada grita, las estadísticas vuelan en la pantalla… pero para miles de personas sordas en Venezuela y Colombia, gran parte de esa emoción se pierde. La interpretación deportiva en Lengua de Señas Venezolana (LSV) y en Lengua de Señas Colombiana (LSC) enfrenta los mismos obstáculos: narraciones rápidas, falta de glosarios y ausencia de estrategias claras. Este artículo, fruto de mi proyecto de grado hace 10 años y actualizado con mi experiencia en Colombia, propone soluciones prácticas y colaborativas para que el deporte también sea plenamente accesible en nuestras lenguas de señas.

Retos principales identificados

Velocidad y complejidad del discurso deportivo: Los narradores deportivos se caracterizan por un ritmo acelerado, con tecnicismos, anglicismos y expresiones coloquiales. Esta particularidad ha sido reconocida también en otros contextos de interpretación deportiva, donde la rapidez del discurso constituye una de las principales barreras para la accesibilidad (Napier & Leeson, 2016).

La improvisación como norma: Los intérpretes reportan que, en la mayoría de los casos, no reciben información previa como alineaciones, reglamentos o datos de jugadores. Esta falta de preparación limita la calidad de la interpretación y obliga a recurrir a estrategias de emergencia, algo que coincide con lo señalado por Stone (2015) sobre la importancia de la preparación previa en contextos especializados.

Ausencia de glosarios especializados: No existe un consenso terminológico en LSV ni en LSC para el ámbito deportivo. En estudios previos, se ha demostrado que la ausencia de glosarios unificados en lengua de señas dificulta la transmisión de conceptos técnicos y genera confusión en la audiencia (Adam, Carty & Stone, 2011).

Hallazgos relevantes

La comunidad sorda como creadora activa: tanto en Venezuela como en Colombia, las personas sordas proponen y adaptan señas para designar jugadas, equipos o elementos técnicos. Esto confirma que las lenguas de señas están en constante evolución. La idea se conecta con los planteamientos de Ladd (2003) sobre la “sordedad” como construcción cultural colectiva.

El deporte como espacio de identidad: no se trata únicamente de entretenimiento, sino de un ámbito cultural y social. Garantizar la accesibilidad en este campo fortalece la participación plena de la comunidad sorda, tal como lo reconoce la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (ONU, 2006).

Avances simbólicos: la presencia de intérpretes en eventos como los Juegos Sudamericanos de Sordos en Brasil (2014) fue un hito que evidenció la necesidad y el valor de este servicio. En otros países se han desarrollado experiencias innovadoras: en Estados Unidos, la NHL transmitió íntegramente un partido en American Sign Language (ASL) durante el Winter Classic, mostrando que la inclusión deportiva es posible (Associated Press, 2024).

Hacia una propuesta para Venezuela y Colombia

Formación especializada: Crear programas de capacitación en interpretación deportiva que incluyan terminología, reglas y dinámicas de juego. Una buena interpretación demanda conocer tanto el contexto como el aficionado que sigue el partido.

Estrategias para identificar jugadores: Un reto recurrente es cómo nombrar a los jugadores de forma clara. De la práctica surgen varias soluciones efectivas: usar la inicial del primer nombre y apellido cuando no exista seña establecida; resaltar un rasgo físico distintivo (altura, peinado, barba, calzado); en deportes de equipo, identificar por el número de la camiseta; y una vez asignado un espacio en la interpretación, mantenerlo constante para referirse al jugador a lo largo del partido.

Incorporación de clasificadores de la comunidad sorda: Pedir a personas sordas aficionadas que expliquen la disciplina en LSV o LSC permite identificar clasificadores naturales para jugadas, posiciones o movimientos. Usarlos respeta la propiedad cultural de la lengua y aporta naturalidad a la interpretación.

Glosarios colaborativos: Sistematizar iniciales, rasgos físicos, números y clasificadores en glosarios compartidos con intérpretes y comunidad sorda. Estos materiales formarían nuevas generaciones de intérpretes y reducirían la dispersión actual.

Inclusión institucional obligatoria: Los medios y federaciones deportivas deben garantizar la presencia de intérpretes en LSV y LSC en transmisiones y eventos. No es un favor, es un derecho cultural que debe cumplirse en línea con la Convención de la ONU (2006).

Conclusión

Este artículo es producto de mi proyecto de grado realizado hace 10 años en Venezuela, hoy enriquecido con mi experiencia en Colombia. Aquella investigación abrió un debate aún pendiente: la interpretación en lengua de señas en contextos deportivos no es un reto menor, es una necesidad urgente. Tanto en LSV como en LSC, interpretar deportes no significa solamente traducir palabras: significa garantizar derechos culturales, acceso a la emoción del deporte y reconocimiento pleno de la identidad sorda en nuestras comunidades.

Referencias

Adam, R., Carty, B., & Stone, C. (2011). Sign Language Interpreting: Theory and Practice in Australia and Britain. Federation Press.

Associated Press. (2024, January 2). NHL Winter Classic features first-ever American Sign Language broadcast. AP News. https://apnews.com/article/3702e95bc21931ab118684e195180dfb

Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. (2006). Naciones Unidas. https://www.un.org/esa/socdev/enable/documents/tccconvs.pdf

Ladd, P. (2003). Understanding Deaf Culture: In Search of Deafhood. Multilingual Matters.

Napier, J., & Leeson, L. (2016). Sign Language in Action. Palgrave Macmillan.

Stone, C. (2015). Deaf Interpreting: Theoretical and Practical Insights. Gallaudet University Press.

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