Por Aída Araceli Aramburo Osuna[1],
México, D.F., 2011.
Sección: Biografías.
Ignacio Sierra nació en la Ciudad de México, D. F., el 21 de septiembre de 1907. Padeció la enfermedad de sarampión maligno que causó la sordera. Tuvo cuatro hermanos todos oyentes. A principios del año de 1920 entró por primera vez a la Escuela Nacional de Sordomudos, empezó a mejorar su comprensión a las cosas que le rodeaban en la vida, entró a las clases de primaria aprendiendo con su atención los tres factores:
Viendo el lenguaje oral de la boca, leer y escribir además en mímica y alfabeto de manos. Cursaba hasta quinto de primaria. Su madre Elena lo llevó a la Academia de San Carlos a estudiar pintura al óleo y nociones de dibujo, instruyéndolo el famoso pintor German Gedovius, sordomudo de origen alemán, le acogió con cariño motivándole a ser el mejor dibujante y pintor. En 1931 se estableció la Asociación Deportiva Silente de México y fueron los primeros atletas de México en marchar de la av. Juárez el 20 de noviembre con el estandarte de Huet. Hubo otras organizaciones como el Club Eduardo Huet, Asociación de Sordomudos, Federación Mutualista de Sordomudos, Club Deportivo de Sordomudos de México y por último en dos periodos en la Asociación Deportiva Silente de México. (ADSM). Cuando el Club Huet fue engrandeciendo se cambió el nombre por el de la Asociación Mexicana de Sordomudos (con alfabeto y en siglas de Huet).
Fue pionero al ver la fundación del Periódico EL NACIONAL en el año 1932, elaborando dibujos comerciales para la publicidad, también fue pintor a fuego de vitrales en una fábrica de vidrieras artísticas en la Ciudad de Guadalajara, Jalisco. En 1937 la Enseñanza en la Escuela Nacional para Sordos se basaba en 3 aspectos: desmutización, instrucción primaria y actividades productivas. A los 54 años desempeño como Presidente de la Asociación Mexicana de Sordomudos en el año de 1961 en dos años. Fue editor en el pequeño diccionario ilustrado de Sordomudos. Descanso una temporada, le llamaron para ser Presidente de la Asociación Deportiva Silente de México (A.D.S.M) del D.F. también por dos años consecutivos y sus compañeros le estimularon hacer campaña contra la mendicidad y la vagancia entre muchos. Tuvo mucho efecto con sus compañeros en instruirlos la gramática elemental. En 1968 fue creado el Instituto Nacional de Comunicación Humana como coordinador entre instituciones y escuelas dedicadas en la enseñanza del sordo. Luchó a reformar. Luego a reformar en el I.N.C.H. porque no desarrolla la enseñanza en la indispensable mímica y los educandos no entendían a los profesores porque les hablaban en lenguaje oral. Casi nada aprendían en la primaria y terminados los cursos, les daban certificados de buenas calificaciones. El director les decía que servía mucho para presentarlo al colocarse en un taller o empleo. Los Sordos maldicieron por no saber el vocabulario para sus necesidades, acusó al director por su cierta ineptitud. Con miras a reformar el INCH todos jóvenes y adultos sordos que cursaban allí, resolvieron dirigirse al Presidente en el año de Juárez, a redactar una carta en todos sus aspectos en el periódico Excélsior “CARTA ABIERTA DE LOS SORDOMUDOS DE MEXICO A LUIS ECHEVERRIA” al día siguiente nos citó a los Pinos nos recibió solemnemente con brazos abiertos la Primera Dama la Sra. Esther Zuno de Echeverría, amablemente nos invitó a pasar eran seis personas, desde luego pidió a Dios que los iluminara por lo difícil para decirle que el citado INCH no presta todas las atenciones, desconcertada la citada dama, por tratarse que contiene amplias aulas, laboratorios, etc. Para tratar el importante asunto, citaron a los padres de familia al auditorio protestaron por lo artificial en la enseñanza, demostraron los hechos que la sorprendió, en inmediato la Sra. Echeverría preguntó al director confundido, en contestación, que la mímica (Lengua de Señas Mexicana) es obsoleta, en su práctica no se podía avanzar, en fin sus deseos de triunfar fracasaron y aún siguen la falta de escuelas ocasionando ignorancia en la mayoría.
En su tiempo como Presidente de una Agrupación de Sordomudos, investigó que en el año de 1920 el periódico Excélsior fomento la idea del Día de la Madres entonces se desconocía en el mundo, ahora con la proliferación es el día del padre, del niño, etc. En 1969 se incitó a crear la celebración el DIA DEL SORDOMUDO, ahora el DIA DE LA FRATERNIDAD DEL SORDO, que anualmente se festeja el 28 de noviembre, fecha que se fundó la Escuela Nacional de Sordomudos, se festeja este día o vísperas si es domingo en el Hemiciclo a Juárez en donde se reunirán viejos y adultos llevando hermosa convivencia entre los amigos con fuertes abrazos prometiendo volverse a ver en el mismo lugar al año siguiente. El 12 de noviembre de 1974 se presentó como invitado por la Profa. Sorda Esther Orozco Godínez en la inauguración del Centro Escolar para Niños Sordos de Guadalajara, Jalisco. En las siguientes décadas volvía con el mismo cariño a enseñarlos, con su satisfacción algunos salían destacados, muy especialmente una simpática amiga suya, una joven alumna que le enseñaba por medio de correspondencia hasta Guadalajara, Jal., su nombre es Srita. Aída Araceli Aramburo Osuna, es para asombro de los sordos por su talento y bonito carácter, además es casi escritora para orgullo de sus padres. Para finalizar de su larga existencia complicada, ha tenido gravísimas enfermedades, aparte ha sido aventurero, por poco le ocasionaba peligros de muerte como un gato de siete vidas en sus 85 años. Le entregaron ocho diplomas en varias instituciones, una por el DICCIONARIO ILUSTRADO PARA SORDOMUDOS y en el Palacio de Bellas Artes expuso sus pinturas e historietas. Falleció el día 9 de junio en el año de 1993 en la Ciudad de México. Gracias al Sr. Don Ignacio Sierra por la herencia cultural que nos dejó un tesoro que no debemos dejar que se lo lleve el tiempo, si no que quede escrito para que se siga difundiendo a las nuevas generaciones y se conserve nuestra historia, nuestras costumbres y sobre todo nuestra Cultura Sorda.
[1] Nota del Editor: Recibí este material de manos de Aida Araceli Aramburo Osuna, en la ciudad de México, el año 2011. La autora es Presidenta y Cofundadora de la Asociación Deportiva, Cultural y Recreativa Silente de Jalisco, A.C., en México. Su dirección electrónica es aida_aramburo5@hotmail.com (A, Oviedo)
Hola, yo Angélica Aguilar.
Busco material sordos etnia o subcultura?
Ya leer Boris Freidman documentos.
Gracias
que sorpresa tan maravillosa encontrar algo que es muy memórable saber y recordar los sordos y alumnos de la escuela nacional de sordos de mexico yo tuve el gusto de asistir a dicho escuela y aprendi el lenguaje de señas ahi y tambien tuve el gran honor de conocer al Sr, Inacio Sierra gran amigo mio,yo soy sordo y soy maestro de niños sordos en toluca, dandoles superacion en su educacion escolar y el lenguaje de señas en mi. Asosacion de educacion y Cultura para sordo, aplicando
el lenguaje original de la ya dicha escuela donde tiene las terminaciones verbos y significados de las palabras para su comprension escolar y social. _ saludos
de
Don Ignacio Sierra también trabajó como dibujante en Secretaria de Obras Públicas, adscrito a la extinta Dirección General de Aeropuertos, dependencia federal que construyó los aeropuertos del México durante las décadas de 1970 y 1980.
Don Ignacio laboraba en el Departamento de Proyectos, específicamente en la Oficina de Proyectos Aeronáuticos y Estudios de Campo, bajo las ordenes directas del ing. Hector Martinez Sandoval. Esto ocurrió a mediados de los años 1970, en la primera planta de un edificio que se ubicaba en la esquina suroeste que forman las avenidas Xola y Universidad (cuando Xola todavía tenía palmeras).
Eramos compañeros laborales y lo recuerdo con cariño como una persona de la tercera edad pero muy cuidadoso de su aspecto personal, invariablemente vestía de traje. Ademas se esforzaba y lograba pronunciar algunas palabras , pese a problema de audición. Generalmente era amable y de buen carácter, resultaba grato y provechoso tratarlo, pues nos daba un ejemplo de laboriosidad y superación permanente a base de esfuerzo personal, a todos los que trabajábamos en en esa Oficina gubernamental.