Un estudio sobre la estructura de las señas de la Lengua de Señas Venezolana

Alejandro OviedoPor Alejandro Oviedo.

Mérida, 2003.

Sección: Libros.

 

 

Introducción

Las personas Sordas, que no tienen un pleno y natural acceso a las lenguas habladas de su entorno, han desarrollado complejos sistemas de comunicación que usan las manos y el cuerpo para manifestarse, y que son captados visualmente. Estos sistemas, comúnmente designados en la literatura especializada en Hispanoamérica como „lenguas de señas“ (Gómez 1997, Mejía 1996, Oviedo 1996, Massone 1993, Pietrosemoli 1991) son considerados lenguas naturales, que fuera de las particularidades debidas al canal de manifestación, presentan las mismas características fundamentales de las lenguas habladas (Engberg­-Pedersen 1993, Klima y Bellugi 1979). La literatura dedicada al tema comienza a aparecer a inicios de la década de 1960 (Stokoe 1960), y alcanza hoy varios miles de títulos, producidos en más de 100 países diferentes.

En Venezuela, el primer trabajo de lingüística de una lengua de señas data de 1987, año en que comenzó en la Universidad de Los Andes una tradición de estudios que ha producido ya varias decenas de títulos (cfr. las referencias hechas en Oviedo, Rumbos y Pérez 2004, Domínguez 1996 y Pietrosemoli 1991).

La lingüística de las lenguas de señas

La moderna lingüística de las lenguas de señas tuvo su origen en los estudios que W.C. Stokoe, un investigador de la Universidad de Gallaudet, en Washington D.C., comenzó a publicar a partir de 1960 (Stokoe et al. 1965 –leer reseña de este libro; Stokoe 1960. Cfr. también Behares 1997). Hasta ese momento, las ciencias del lenguaje no habían prestado atención a las lenguas visuales de las comunidades de sordos, pues se consideraba que esos sistemas de comunicación poseían estructuras diferentes a las de las lenguas habladas, y eran por eso potestad de otras disciplinas.

En opinión de los lingüistas anteriores a Stokoe, las lenguas de señas no estaban doblemente articuladas. La “doble articulación” (Hockett 1974), una de las características esenciales de los sistemas lingüísticos, establece que las lenguas están compuestas por un eficiente sistema de unidades organizadas en niveles complejos y sucesivos de organización, que permite, a partir de combinaciones regulares, crear un número potencialmente infinito de significados a partir de un número reducido de unidades de sonido y sentido. Los sonidos vocálicos y consonánticos de las lenguas habladas, que son siempre relativamente pocos en número (el español venezolano, por ejemplo, no tiene más de cuarenta distintos sonidos –cfr. Obediente 1983), conforman un nivel básico, en el que el significado no se incorpora todavía. Esas unidades se combinan, de acuerdo con ciertas reglas, en un nivel más complejo, en el que a ciertas cadenas de sonidos corresponden ciertos significados. Esos dos niveles, conformados por un número preciso de unidades de distintos niveles de complejidad, permiten generar un enorme caudal de oraciones y frases. Esa característica es la llamada “doble articulación”.

Las lenguas de señas, hasta la propuesta de Stokoe, eran vistas como sistemas en los que las unidades mínimas analizables eran las señas mismas. Las señas se combinaban para formar frases y oraciones, pero ellas mismas eran compuestos significativos. Si las señas no se podían descomponer en elementos menores, carentes de significado en sí mismos, las lenguas de los sordos no eran sistemas doblemente articulados, y en consecuencia, no eran lenguas naturales. De allí el mérito del análisis de Stokoe, que ofreció un sencillo modelo de análisis, que permitía considerar las señas como compuestos formados por tres elementos básicos sin significado:

  • una postura de la mano;
  • 
un lugar en el espacio; y
  • un cierto movimiento o actividad

Con ese modelo, Stokoe inició el análisis estructural de la lenguas de señas usada por los sordos de Estados Unidos, que se revelaba así como una lengua doblemente articulada.

Sobre este trabajo

El trabajo que ahora presento se dedica principalmente a presentar un sistema para el análisis sub­léxico de la Lengua de Señas Venezolana (que designaré como “LSV”, en lo sucesivo). Además de eso, la última sección se encarga de presentar una discusión acerca de los problemas teóricos que implica la descripción lingüística de algunas señas de la LSV.

Un sistema para el análisis de las señas

El modelo de análisis presentado aquí fue desarrollado, a partir de 1984, por dos investigadores de Gallaudet, Scott K. Liddell y Robert E. Johnson. Se trata de una reelaboración bastante compleja de la propuesta original de Stokoe, y se diferencia de aquélla en que, además de incluir numerosos detalles descriptivos nuevos, incorpora al análisis interno de las señas la secuencialidad temporal (cfr. Liddell 1984). El modelo de Liddell y Johnson ha sido ya aplicado al estudio de la LSV (Pietrosemoli 1991; Oviedo 1997 y 1998; Soto de Newmann 1998), así como de otras lenguas de señas (cfr. Gómez 1997 y Oviedo (en prensa), para la lengua de señas de Colombia; Massone 1993 –para la Lengua de Señas Argentina; Amaral et al. 1994 –para la lengua de señas de Portugal).

Las primeras secciones del trabajo introducen los principios que rigen el sistema de análisis de Liddell y Johnson. Atención particular reciben los aspectos articulatorios manuales:

  •  formas de la mano
  •  ubicaciones espaciales que la mano presenta en las señas
  •  tipo de movimientos de las manos que pueden ser observados en las señas.

Los rasgos no manuales reciben aquí una atención menor que la dedicada a la actividad manual. Las razones para ello son varias, pero mencionaré la principal: a pesar de la importancia de las actividades facial y corporal en el discurso de las lenguas de señas, existe una tendencia general en la disciplina a concentrar el peso de las investigaciones sobre el componente manual, por lo cual se cuenta con menos recursos metodológicos y teóricos para describir lo que ocurre, con otras partes del cuerpo, cuando las manos están articulando oraciones. En ese sentido, la LSV no es excepción. La transcripción de los rasgos no manuales está aún poco desarrollada en todos los sistemas de análisis de las señas que conozco (cfr. Liddell y Johnson 1989, Prillwitz et al. 1989).

Se presentan luego ejercicios de uso del sistema de Liddell y Johnson para la transcripción de varios modelos de señas. Las analizadas en esa sección corresponden todas a “señas léxicas” o señas con una forma fijada por la gramática de la lengua (Johnston y Schembri 1998, Padden 1998). En estas señas, como veremos, se cumplen los principios estructurales que se cumplen en las palabras de las lenguas orales. En la mayoría de los casos, el interés de esa descripción está centrado en aspectos “fonéticos”, es decir, en el plano de la manifestación, pero incursiona en variadas oportunidades en fenómenos “fonológicos” (Stokoe propuso, en sus trabajos iniciales, el uso de términos derivados del uso de la raíz griega kerós (mano): kerología (equivalente a “fonología”); kerema (por “fonema”), etc. -Stokoe 1960), pero esos términos han sido adoptados por muy pocos estudiosos. Ya en los primeros trabajos que siguieron a las ideas de Stokoe se declinaba usar esos vocablos, a favor de los términos tradicionales de la lingüística estructural. De allí que términos como „fonética“ y „fonología“ aparezcan en el contexto del análisis de una lengua que no utiliza el sonido como medio de manifestación). Los límites de los planos de la lengua y del habla no han sido aún claramente delimitados para las investigaciones de la LSV. Este trabajo no pretende llenar ese vacío y no contribuye substancialmente a ello.

La sección final procura establecer principios para una tipologización de las señas de la LSV. Se revisan allí los casos de cuatro grupos de señas, entre las cuales hay dos que plantean problemas teóricos a la descripción lingüística de la LSV. Se trata de las llamadas “señas demostrativas” y de las “señas con configuración manual clasificadora”.

Los datos usados en la elaboración de este trabajo

Las conclusiones a las que se arriba aquí se basaron en el análisis de muestras reales de LSV, según su variedad merideña. Como se ha venido asumiendo, a partir de Pietrosemoli 1989a, en todos los trabajos hechos sobre esta lengua (cfr. Pietrosemoli 1988, 1989b, 1991 y 1994; Anzola 1996; Domínguez 1996 y 1998; Rojas 1997; Oviedo 1996, 1997 y 1998; Soto de Newmann 1998), existen variedades de la LSV en las distintas regiones del país, que son inteligibles entre sí, y deben por tanto considerarse dialectos de una misma lengua general. Las opiniones de los miembros de la comunidad de Sordos del país coinciden completamente con esta afirmación.

Los datos usados provienen, así, de adultos sordos de Mérida. La mayoría de esas personas fueron filmadas entre 1992 y 1995, en muy diversas situaciones (diálogos espontáneos, narraciones a partir de la observación de videos, narraciones de historias personales y elicitación de listas de señas). Las grabaciones fueron transcritas por un equipo conformado por tres investigadores oyentes, dos de los cuales son usuarios fluidos de LSV, y un auxiliar sordo. En esas grabaciones se controlaron factores tales como la edad de adquisición y el grado de escolarización de los informantes, pero como ocurre generalmente en nuestro contexto, los sordos hijos de sordos son bastante escasos, por lo que nuestras investigaciones deben hacerse casi siempre con personas cuyo contacto inicial con la lengua de señas se verificó fuera del hogar y a temprana edad (en mis datos, los cinco años de edad, en promedio).

De acuerdo con las observaciones que vengo realizando desde hace varios años, las señas de la LSV parecen poseer una dinámica de cambio que no tiene equivalente conocido en el nivel léxico de las lenguas habladas. Las señas nacen y mueren en el marco de períodos relativamente cortos, de modo que una misma generación de sordos parece renovar varias veces su vocabulario básico. Hago esa aclaratoria porque puede ocurrir que muchas de las señas usadas como ejemplos en este trabajo estén ya en desuso. Eso no invalida, empero, la validez de las afirmaciones hechas aquí. Cada uno de los fenómenos descritos responde a condiciones generales de la lengua que son estables en el tiempo.

Descargar los archivos del libro

  • (Parte 1) Transcripción del componente configuración manual. Descargar PDF  (1,11 MB)
  • (Parte 2) Los componentes orientación y ubicación. Descargar PDF (439 KB)
  • (Parte 3) El análisis segmental. Descargar PDF (464 KB)
  • (Parte 4) Los rasgos no manuales. Descargar PDF (968 KB)
  • (Parte 5) Transcripciones con señas de distintos esquemas articulatoriosDescargar PDF (1,6 MB)
  • (Parte 6) “Señas léxicas y “otras” señas”Descargar PDF (912 KB)

7 Comentarios

  1. CARLOS VALENCIA said:

    Hola buenos días, soy Carlos valencia Urrutia, estudiante 2do nivel de ILSC en Medellín, mi pregunta es la siguiente, el libro escrito por usted, “ apuntes para una gramática de la lengua de señas colombiana” tiene información importante para nosotros que hacemos parte de la comunidad sorda, y porque este libro no se consigue en el internet, donde lo puedo conseguir para estudiar y aprender de él, me interesa mucho ya que pertenezco a la policía nacional de Colombia y trabajo con personas con discapacidad auditiva, y esto me ayuda a prepararme más para brindar un mejor servicio a esa comunidad. gracias

    2 junio, 2018
    Reply
    • Alejandro Oviedo said:

      Estimado Carlos, el libro fue editado hace ya más de 17 años. Es posible que ya no queden muchos ejemplares nuevos. Tal vez pueda todavía haber algunos en la Universidad del Vall, Escuela de Ciencias del Lenguaje, en Cali. Pruebe llamar a esa oficina de Univalle. Diga que llama de parte mía. Saludos y suerte!!

      10 junio, 2018
      Reply
  2. Maryel said:

    hola, los enfoques al tipo de comunicación que tienen los sordos desde la lingüística me llaman mucho la atención, he visto varios de sus articulos y textos que ha elaborado dentro de este campo. Yo soy estudiante de ligüística, pretendo hacer mi tesis sobre sobre los sordos y su manera de comunicarse (lengua de señas, señas caseras, etc.), no sé si pueda ayudarme a encontrar personas sordas con este tipo de experiencias ante la sociedad, más articulos o libros relacionados con los sordos.
    Gracias

    16 marzo, 2018
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    • Alejandro Oviedo said:

      Buenos días! Sugiero preguntar en la asociación de sordos local. O en el caso de que viva usted en una ciudad donde haya un grupo de investigacipon en lengua de señas, preguntar allí. Saludos!

      28 marzo, 2018
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  3. Carlos Ariel Rojas Duque said:

    Me ha gustado lo leído, pero me preocupa el tema de los gestos como rasgos diferenciadores fundamentales en la LSC, me gustaría acceder a su texto para tenerlo como referente en mi proyecto de investigación

    29 mayo, 2016
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    • Alejandro Oviedo said:

      A cual texto mio te refieres?

      8 junio, 2016
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  4. Alejandro Oviedo said:

    Gracias a ti, William! Me alegra que este trabajo continúe siendo útil.

    22 mayo, 2015
    Reply

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