Reseña de Pérez de Arado, 2005: Mis apuntes sobre el sordo, su cultura y su lenguaje»

Alejandro OviedoPor Alejandro Oviedo,

Berlín, 2006.

Sección: Reseñas.

Reseña de Pérez de Arado, Belén E. (2005) Mis apuntes sobre “El sordo, su cultura y su lenguaje”. Caracas: CEPROSORD. 132 págs.

De la imprenta de CEPROSORD vuelve a salir una publicación muy valiosa para los Sordos venezolanos. Se trata esta vez de un libro escrito por una odontóloga y activista sorda de Valencia, que reúne información general acerca de temas tan variados como aspectos clínicos de la sordera, las lenguas de señas y la cultura Sorda, la historia de las comunidades Sordas e incluso consejos a los padres para la detección temprana de deficiencias auditivas. Su autora preparó esta publicación como material de apoyo para un curso que ha ofrecido ya en distintas ocasiones en Venezuela.

PortadaArado-2005Contenidos:

El libro comienza con una colección de referencias hechas por escritores occidentales acerca de los sordos y su comunicación gestual, y continúa con reflexiones sobre la comunicación y el lenguaje, abundantemente ilustradas con figuras y citas técnicas, que le permiten argumentar que las lenguas de señas son sistemas a través de los cuales se cumplen los mismos procesos semióticos observados en el uso de las lenguas habladas.

A partir de allí comienza la autora a utilizar los conceptos de “sordo gestual” (el que usa una lengua de señas) y “sordo oralizado” (aquel que domina una lengua hablada, a partir de un exitoso aprendizaje de la terapia oral). Esta diferencia será usada a lo largo de todo el trabajo. Según la autora, el sordo necesita aprender la lengua hablada del entorno como herramienta para integrarse al entorno oyente. Paralela a ello está la lengua de señas. Las personas que se valen de ella son miembros de una comunidad minoritaria, con una cultura propia.

El no haber comprendido esto último, sigue el libro, ha sido fuente de inmenso sufrimiento para todos los sordos. La autora revisa entonces argumentos esgrimidos por científicos sociales para defender el derecho de los sordos a sus propias lenguas y culturas. En esta parte se dedica a revisar nociones culturales como “colonialismo” y “paternalismo” en relación con los sordos, así como conceptos tomados de la lingüística de las lenguas de señas. Incluye también una breve sección acerca de los textos legales que consagran derechos de los sordos en Venezuela y en otros países.

La última parte del trabajo incluye curiosas propuestas de traducción a la LSV del “Padre Nuestro”, del Himno Nacional de Venezuela y de una canción, “Venezuela” de Conny Méndez. Al final, entre otros apéndices, escribe una serie de recomendaciones a los padres para la detección temprana de la sordera.

A lo largo del libro, ya para terminar la descripción de su contenido, se encuentran notas biográficas y fotografías de destacados líderes sordos venezolanos.

Algunas notas sobre el libro:

Saludo la aparición de este trabajo, y el uso que su autora hace de él como material para la discusión. Este libro es un hito que debe ser atendido, pues es la primera reflexión escrita por una persona Sorda venezolana acerca de una serie de temas de importancia fundamental para nuestras minorías, no solamente para la de los Sordos.

Para una edición posterior sugeriría yo tratar de hacer menos esquemáticas muchas de las secciones del libro, de modo que la comprensión de las cosas que en ellas se describen no dependan de explicaciones de un instructor (entiendo que ella concibió el libro como apoyo para sus cursos, pero la mayoría de sus lectores, sin embargo, no tendrán ocasión de conocerla personalmente o de visitar sus cursos). Es una lástima, también, que la baja calidad de la impresión impida apreciar mejor las valiosas fotografías que ella reproduce en el libro acerca de personal destacadas de la comunidad Sorda venezolana. Ojalá una segunda edición del libro pueda contar con mayores recursos, para elevar su calidad gráfica.

Tengo una crítica que hacerle al libro. Encuentro una contradicción esencial en el siguiente hecho:

La autora emite en el libro variados juicios acerca de la opresión que sufren los sordos en el mundo oyente, y que tiene su manifestación más sensible en el abordaje clínico predominante en las escuelas de sordos, para las cuales el alumno, más que una persona que debe ser formada, es un enfermo que debe ser “rehabilitado“. Comparto completamente esta posición, y me llena aún más de contentura el hecho de encontrar tales reflexiones en un libro escrito por una persona Sorda.

Sin embargo, la postura anterior impacta de frente contra la constante defensa que hace el libro de la oralización. Pareciera que, para la autora, estuviera abierta la posibilidad de que todos los sordos, si contaran con la ayuda de sus familias y su entorno, pudieran ser oralizados. Y que para aquellos que no lograran ese objetivo, el más importante de la educación de los sordos, quedaran entonces las lenguas de señas. El mundo Sordo, así entendido, cabría como un sucedáneo, ya descartada la opción de la oralización. Veo la contradicción justamente en que, a pesar de sostener tal argumento, haga la autora una apasionada exposición de la riqueza de las culturas y las lenguas de los Sordos a lo largo del libro.

Transcribo un par de fragmentos del libro (son muchos más, empero, los que exponen el punto) como base para mi crítica:

El mayor anhelo de un Sordo no es oír ni hablar , sino ser capaz de entender el lenguaje oral, utilizarlo para comunicarse por lo menos en su forma escrita y, de esta manera , des en volver se con autonomía .

(…)

La comunidad de Sordos y el individuo Sordo en general, necesita y defiende el aprendizaje del Castellano como primera lengua o lengua materna del niño sordo que nace en el seno de una familia de oyente, pues el único medio que facilita su integración social directa.

La comunidad de Sordos también defiende y promueve la Lengua de Señas como medio de comunicación de las personas Sordas que no tuvieron acceso al Castellano como primera Lengua, y en consecuencia, son usuarios naturales de la lengua gestual (…) el idioma que ellos comprenden, y, por medio del cual aprenderán la gramática castellana para poder leer y escribir correctamente, y adquirir el conocimiento en todos sus niveles. (pág. 115)

El acceso a la lengua hablada o escrita, prueban estudios científicos de todo el mundo, no parece depender de los métodos usados ni de la voluntad del Sordo y su entorno. El acento de un modelo de sociedad que respete la especificidad de la Sordera como característica cultural no puede estar en convertir al Sordo en algo lo más parecido posible a un oyente (es decir, en eliminar de él, hasta donde se pueda, todo aquello que lo hace diferente). Aquí subyace el mismo argumento colonial acerca del cual se pronuncia la autora en páginas anteriores del trabajo.

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