Barcelona, 2010.
Sección: Artículos, historia.
En fecha tan lejana como el 2004, ya se hacía crítica, dentro de la obra Historia de la educación de los sordos en España y su influencia en Europa y América,[1] con referencia al artículo, “Un alfabeto manual de 1901”, [2] cuyo autor era Ramón Ferrerons, al vertirse en dicho artículo una serie de afirmaciones totalmente inexactas. Críticas o advertencias aquellas que de hecho cayeron en saco roto, al volver el mismo autor últimamente a la carga, cumpliéndose con ello el dicho popular que afirma, que de humano es tropezar dos veces en la misma piedra, o que no hay dos sin tres.
En respuesta a aquellas afirmaciones de Ferrerons de 2002, los autores decíamos en aquella fecha de 2004:
“La indudable implicación de Martí [3] con la escuela madrileña no concluyó aquí, ya que éste en febrero de 1817 presentó a la Junta del colegio un Plan de Estudios que le sería aprobado en junio. Aquel mismo mes Martí presentó a la Junta unas “caricaturas” del “alfabeto manual” procedentes de Barcelona, y adquiridas y remitidas por el director madrileño Tiburcio Hernández de paso por aquella ciudad.[4] Cuestión también indudable es que su presencia en la escuela de Madrid ensombrecería la labor del maestro de Dibujo, en este caso concreto la del sordo Roberto Prádez.[5]
Entorno también al mismo alfabeto, obra indudablemente de Martí, hay que matizar una afirmación vertida por Ramón Ferrerons en su artículo “Un alfabeto manual de 1901”. (Ya que) Según Ferrerons, dicho alfabeto, es presuntamente obra de Martín –figura 2 de dicho artículo-, una afirmación totalmente errónea, puesto que al pie del propio cartel así se afirma, (para comprobarlo, basta con ampliar la imagen con la ayuda de una lupa y mirar en su ángulo inferior derecho, para advertir que se lee, “Francisco de Paula Martí”. Detalle que confirma con creces las diferentes noticias de Miguel Granell sobre el mismo asunto. El mismo cartel que remitió la Junta del Colegio de Sordomudos Madrid al Colegio Municipal de Barcelona en 1817, y de la cual formaba parte el propio Martí, (y cuyo ejemplar único se custodia en la Biblioteca de Cataluña, procedente del antiguo Archivo de la desaparecida Junta de Comercio.[6]
Entrando de nuevo en el artículo de Ferrerons, cabría matizar otra cuestión, que aunque fuera del contexto histórico que se está tratando, merece la pena denunciar al tratarse de otro alfabeto manual en discusión. Según Ferrerons, el alfabeto manual más antiguo publicado en Cataluña es el que aparece en la Guía de los sordos-mudos…, obra editada en Barcelona el año 1901.[7]
Pues bien, dicha afirmación, origen primero del artículo sobredicho, es igual que la anterior sobre Martín completamente errónea, puesto que el primer “alfabeto manual” publicado en Cataluña apareció impreso en 1865, dentro de la obra Guía de los maestros de primera enseñanza…, cuyo autor era el francés Valade Gabel, obra traducida del francés por Antonio Rispa, en aquellos momentos director de la escuela municipal de sordos de Barcelona.
Pero, el hecho más curioso es que dicho alfabeto es el mismo, grabado incluido, que el que se publicará en 1901. Es decir, a la hora de editarse el último, la imprenta de la Librería de Monserrat, editor del mismo, utilizó la misma plancha o el mismo grabado “fusilándolo”, realizada (antes) por la Librería de Juan Bastinos e Hijo en 1865. Detalle que, al parecer, se le debió escapar a Ferrerons a la hora de realizar su artículo.” [8]
De aquellos comentarios de 2004, resaltar las dos cuestiones fundamentales, la primera, que la lámina de Martí puesta en duda por Ferrerons, mediante el uso de un condicional, es indudablemente de Francisco de Paula Martí.[9] La segunda, es que el primer alfabeto manual editado en Cataluña, no es el de 1901, supuestamente descubierto por Ferrerons, en una obra depositada en la Biblioteca Nacional de Madrid, pero que también se puede encontrar en Barcelona, sino otra obra impresa muchos años antes.
Pero lo curioso ha sido la insistencia de Ferrerons sobre el mismo asunto, siguiendo de éste modo el adagio de “sostenella y no enmendalla”, pues, en su nuevo trabajo, sin fecha ni pie de imprenta, titulado: “El alfabeto manual de 1901 recula treinta años”, y trabajo que debería haberle permitido “recular” de sus anteriores y erróneas afirmaciones, ahora sigue diciendo:
“Todo ello lo suscribo hoy.[10] Sin embargo, el alfabeto en cuestión había sido publicado ya en Barcelona cuando menos treinta años antes. En efecto, figura ya en la página 7 del Manual para uso de los alumnos…, de 1871, cuyo autor era Francisco de Asís Valls, entonces director de la Escuela (municipal) de Sordo-mudos de esta ciudad.”[11]
Comentario que de nuevo le lleva al error, ya que puestos a “recular”, Ferrerons debería retroceder todavía seis años más, concretamente hasta 1865, momento en que Antonio Rispa publicó en Barcelona y en castellano la obra del francés Valade Gabel, “Guía de los maestros de primera enseñanza, para empezar la educación de los sordo-mudos ”, tal como ya se afirmaba en 2004, y como prueba de todo ello, véanse la figuras anejas (1 y 2).
Alfabeto francés, publicado por Rispa en 1865, donde por cierto éste ya daba figura a la letra “h”, que Ferrerons echa en falta en su último trabajo, y letra que aunque sin figura grabada en la obra de Valade Gabel, si que se dice que su representación manual era la siguiente: “La letra “H”, se hace poniendo la uña del dedo pulgar entre los dientes, separándola de ellos con violencia como queriendo decir nada”.[12]
Comentario que apunta a que Rispa la pudo enseñar perfectamente en Barcelona, aunque no así en Madrid, al no reconocerla como tal, según afirmaba el propio Martí, tal como denuncia en su artículo Ferrerons, un hecho que sin duda debió marcar diferencias entre unos alumnos y otros, en su caso, entre los catalanes y los madrileños.
Del mismo modo que la figura dactilológica de la “K”, de la cual Ferrerons hace tanto énfasis, de origen, por supuesto francés, ya se estaba utilizando de común en Barcelona desde 1837, o sea 34 años antes, y más en concreto en la escuela de Sordo-mudos de la Junta de Comercio, importada de Francia, y más concretamente de París, por el sacerdote madrileño José Maria Moralejo, del cual algún día hablaremos en extenso, tal como se merece el personaje.[13]
Por otra parte, el alfabeto propuesto por Rispa, siguiendo la obra de Valade Gabel, posee todas y cada una de las letras de los dos alfabetos supuestamente descubiertos por Ferrerons en 2002 y en el momento actual, detalle que da como conclusión final a todo ello que tanto el alfabeto de 1901 como el de 1871 citados por dicho autor, provienen directamente de la misma fuente, es decir, de la obra anterior de: Valade Gabel, la editada en Barcelona en 1865.[14] En resumen aquellos dos alfabetos editados en Cataluña son de origen francés. Sin más “recular”.
Notas
[1] Gascón Ricao, Antonio, Storch de Gracia y Asensio, José Gabriel, Historia de la educación de los sordos en España y su influencia en Europa y América, Madrid, 2004, pp. 264-269.
[2] Ferrerons, Ramón, Un alfabeto manual de 1901, Difusord, marzo 2002.
[3] El comentario se refiere a Francisco de Paula Martí y Mora , padre de la Taquigrafía española y miembro de la Junta del Colegio de Sordomudos de Madrid
[4] Puestos a especular, aquellas “caricaturas”, adquiridas por Tiburcio Hernández en Barcelona, sólo podían proceder de la Escuela Municipal de Sordomudos de Barcelona, en aquel momento dirigida por el benedictino Manuel Thomas Estrada i Estrada. Gascón Ricao, Antonio, La encubierta influencia de Hervás y Panduro, en la labor pedagógica de Manuel Estrada, tercer maestro de la Escuela Municipal de Sordomudos de Barcelona, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, Alicante, 2011. (En Prensa).
[5] Gascón Ricao, Antonio, Roberto Prádez, un mito romántico. Lengua de señas española en la Universidad de Sevilla. Jornadas de inauguración, Cursos de Postgrado de LSE 2004-2005. Sevilla, 4-6 noviembre de 2004. Gascón Ricao, Antonio Roberto Prádez, las últimas noticias, sobre el origen de sus ingresos, incluida su corta y mínima carrera como grabador. Ver www.cultura-sorda.eu/…/Gascon_Roberto_Pradez–ultimas_novedades-2010. pdf, Berlín, 2010.
[6] El código de Referencia, para poder verlo, es: (11).5 B, RE. 28639.
[7] El título completo es: Guía de los sordo-mudos: que comprende el alfabeto manual, palabras de más inmediata utilidad, varios ejercicios para el conocimiento del idioma y las tablas de aritmética: destinada a los alumnos que concurren a la Escuela de Sordo-Mudos de Barcelona, Librería de Montserrat, de Herederos de J. Roca y Bros, 1901, Hoy dicha obra se puede consultar en Barcelona, y más concretamente en la Biblioteca Artur Martorell, sita en la Plaza España, de la citada ciudad.
[8] Op. cit. pp. 264-269.
[9] Así lo reconoce, incluso, la propia Biblioteca de Cataluña que es la única institución que la conserva.
[10] El autor se está refiriendo a que mantiene inmutable su trabajo del 2002, cuando es evidente que hay dos cuestiones concretas que no son ciertas.
[11] Valls y Ronquillo, Francisco de Asís, Manual para uso de los alumnos que concurren a la Escuela de Sordo-mudos de Barcelona, arreglado por D[on]…, Barcelona, Ayuntamiento de Barcelona, Establecimiento tipográfico de Jaime Jepús Roviralta, 1871.
[12] Ver el pie del grabado número 1, donde figura impresa dicha descripción.
[13] Gascón Ricao, Antonio, Afavorir la integració. Les clases de sordsmuts. Ver en, Fábrica, Taller, Laboratori. La Junta de Comerç de Catalunya: Ciència i Tècnica per el Comerç (1769-1851). Cámbra de Comerç de Barcelona, Universitat Politècnica de Catalunya, Institut D’Estudis Catalans, Barcelona, 2009. pp. 253-274.
[14] Valadel Gabel,Director honorario de la institución Imperial de Burdeos, encargado de la inspección y vigilancia de la enseñanza en las escuelas departamentales de sordo-mudos en Francia.
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