Berlín, 2006.
Sección: Artículos, cultura sorda.
Entre el 9 y el 14 de julio de 1989 se celebró en la Universidad de Gallaudet, en Washington, D.C., el festival Deaf Way, que reunió a varios miles de personas Sordas y oyentes en una inmensa celebración de las lenguas y las culturas Sordas.
La idea original de organizar el festival se debe a Carol Erting, profesora de la Universidad de Gallaudet, la única institución académica del mundo dedicada exclusivamente a formar especialistas Sordos. Carol Erting, durante la década de 1980, estuvo realizando viajes por varios continentes en procura de establecer contacto directo con las comunidades Sordas locales. Ella es antropóloga, y quería escribir un estudio sobre el fenómeno de la cultura Sorda. En todas partes encontró comunidades bien organizadas, que compartían interesantes formas de ver el mundo, y poco a poco concibió la idea de reunir representantes de todas esas comunidades en un festival internacional de la cultura Sorda. En esos años, varios países del mundo estaban siendo testigos de un proceso que algunos teóricos llaman « el resurgimiento » de la cultura Sorda, que se manifestaba principalmente con un impulso por volver a usar las lenguas de señas en la educación de los niños Sordos. Por dondequiera surgían publicaciones acerca de las lenguas de señas, y las comunidades Sordas recuperaban un lugar histórico que les había sido negado desde finales del siglo XIX, tras el Congreso de Milán.
A su regreso a Washington, en 1987, Erting propuso a las autoridades de la universidad realizar el encuentro, y recibió de inmediato el apoyo institucional necesario para el proyecto. La idea central era reflejar el resurgimiento internacional de las comunidades Sordas, justamente un siglo después de Milán.
El nombre seleccionado, Deaf Way (“estilo Sordo”) es traducción libre de DEAF-THEIRS, una frase en ASL (la lengua de señas de Estados Unidos) que generalmente se traduce como “los sordos [cuidan] lo suyo”. El concepto es usado en la comunidad para referirse a su propia manera de ver el mundo. El concepto “cultura Sorda” es de introducción posterior en esas comunidades. En los programas oficiales del evento se añadió la frase “celebrating our culture” (celebrando nuestra cultura”) al título del festival (ver ilustración arriba).
Inicialmente, los organizadores contaban con reunir unas 500 personas. Se decidió que las lenguas del evento serían la ASL, el International Sign y tres lenguas habladas: inglés, francés y español. Numerosas personas Sordas fueron incorporadas al comité organizador, y recibieron responsabilidades que pocas veces en la historia de esa universidad se hubieran concedido a los Sordos. Había entre ellos, sin embargo, un cierto pesimismo acerca de los resultados del festival.
Corría el año 1988. La Universidad de Gallaudet experimentó entonces lo que se conoce como el movimiento Deaf President Now! (DPN), “Rector Sordo Ahora!”. La comunidad Sorda de la institución realizó una intensa campaña pública para que se eligiera una persona Sorda para dirigir la institución. Como resultado de esa campaña, que resultó exitosa, hubo un generalizado entusiasmo entre los Sordos de todo el mundo, que proyectó el evento a proporciones inesperadas: cuando comenzó, el 9 de julio de 1989, se registraron en él más de 6000 personas, provenientes de 80 países distintos. 350 intérpretes fueron acreditados, y los trabajos presentados, más de 300, se distribuyeron entre 16 sesiones plenarias, 45 simposios y más de 200 talleres acerca de los temas más variados. Las actividades comprendían exposiciones de arte, piezas de teatro, proyección de películas, discusiones científicas, etc.
Nunca antes se había hecho, en el mundo, una manifestación pública tan rica y abundante acerca de las lenguas y las culturas de las personas Sordas. El Deaf Way marcó un hito en la historia reciente de esas comunidades.
El Deaf Way se convirtió, en el imaginario de los Sordos del mundo, en La Meca del mundo Sordo, escribió Merv Garretson, autor de uno de los prólogos del libro. Ignorados y reprimidos en el mundo entero durante más de un siglo, los Sordos tuvieron en el festival la oportunidad de romper con la visión que se tenía acerca de ellos. De repente se mostró ante la opinión pública que existía un pueblo Sordo universal, con una impresionante cantidad de discursos y organizaciones, con una postura crítica, con una fuerte voluntad de ser reconocido y una “voz” propia y madura.
Animados por el éxito del festival, se convocó en el año 2002 al segundo Deaf Way, de nuevo en la Universidad de Gallaudet. En la semana del 8 al 13 de julio de 2002 asistieron más de 10.000 personas al evento, que superó al primero en todas sus cifras. Sin embargo, el primer festival resultó de algún modo más entrañable, por las circunstancias históricas en las que se realizó, por el significado que tuvo su celebración para que se fortaleciera el sentimiento de fraternidad entre los Sordos del mundo.
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